En conferencia de prensa, la flamante fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, se ha pronunciado una vez más acerca del proyecto del Ejecutivo con el fin de declarar en emergencia el Ministerio Público, que fuera presentado en persona por el propio presidente Martín Vizcarra. La fiscal ha hablado y no precisamente para alabar al presidente.
Sobre dicha propuesta palaciega, Ávalos ha dicho “creo que ha quedado claro que es un proyecto que viola el diseño constitucional del Ministerio Público”. La propuesta del Ejecutivo no terminaría con la crisis institucional, sino que, probablemente, la ahondaría.
En palabras más sencillas, el proyecto de ley de Vizcarra es inconstitucional o por lo menos “presenta visos de inconstitucionalidad”, como ha referido en más de una ocasión la congresista Maritza García (Cambio 21), por lo demás afín al oficialismo. Sin embargo, la jefa de la Fiscalía ha apuntado la necesidad de que todo proyecto (incluyendo éste) sea sometido a correcto y correspondiente debate en el Parlamento.
En vista del aluvión de críticas de connotados constitucionalistas dirigidas al presidente Vizcarra, debido a la inverosímil atribución de sus poderes ejecutivos sobre organismos autónomos del Estado, Zoraida Ávalos ha resuelto una serie de medidas extraordinarias.
La fiscal de la Nación ha dispuesto declarar en emergencia el Ministerio Público, desde una convicción institucional interna, para “recuperar la confianza de la ciudadanía en la institución”. Medida loable, a primera vista, que hubiera quedado incompleta de no estar acompañada de un proyecto alternativo de reforma de la Fiscalía que presentará en los próximos días al Congreso.
Este primer gesto de la fiscal de la Nación, no deja de ser arriesgado porque contrapone una visión reformista constitucional contrapuesta a la propuesta de Martín Vizcarra, quién tuvo corso popular durante su breve caminata de la Plaza de Armas a la Plaza Bolívar. Como se ha dicho, Zoraida Ávalos ha cuestionado la iniciativa del Ejecutivo porque vulnera la institución que ahora representa, razón suficiente para que el empoderado Vizcarra le ponga una cruz.
Por eso la fiscal ha de aprovechar la carta blanca y el estreno. De enfrentar sostenidamente el significante “Chávarry” que la gran mayoría de peruanos ha identificado como causa de la crisis, el contexto permitirá a Ávalos plantear diligentes medidas desde su despacho sin mayor inconveniente.
Este nuevo proyecto de reorganización tendrá como complemento una iniciativa que modifique la carrera fiscal para ser "más drásticos en las medidas que se impongan" a los magistrados que incurran actos de corrupción. De esta manera, Ávalos se muestra ante la ciudadanía como la primera interesada en pasar la hoja del “capítulo” llamado Pedro Chávarry.