El primer ministro ucraniano, Denís Shmigal, anunció ayer que «en una semana, a 4.853 personas se les ha diagnosticado infección por Covid-19». Según sus informaciones, «esta es la mayor cifra registrada en tan poco tiempo desde el comienzo de la pandemia (...) y es que muchos de nosotros percibimos el relajamiento de las medidas de cuarentena como su total abolición y, en consecuencia, hoy tenemos resultados lamentables».
Shmigal advirtió que «el virus no ha desaparecido y continúa amenazando nuestra salud». «Entiendo que la gente está cansada de la cuarentena, pero actualmente no existe otra forma más efectiva de frenar la propagación del virus», afirmó. Por su parte, el ministro de Sanidad ucraniano, Maxim Stepánov, señaló que «nos proponemos extender la cuarentena hasta el 31 de julio de 2020, en función de la situación epidemiológica en cada región». Aseguró también que «en las regiones con una propagación significativa de la enfermedad se reforzarán las medidas».
El pasado 11 de marzo, el Gobierno ucraniano impuso una cuarentena de tres semanas debido a la pandemia. Los eventos con participación de más de 200 personas fueron prohibidos, a excepción de los celebrados por «necesidad del Estado». De las competiciones deportivas desaparecieron los espectadores y se cerraron los centros educativos. A mediados de mayo, se decidió aplicar una «cuarentena adaptativa» que comenzó el 21 de ése mes y, según explicó el ministro Stepánov, «constará de cinco etapas, cada una será de 10 días».
El 12 de junio se supo que la esposa del presidente del país, Elena Zelénskaya, dio positivo en el test de Covid-19 y este martes tuvo que ser hospitalizada con pronóstico de «gravedad moderada», según la oficina de la Presidencia, sin que se haya tenido que recurrir a respiración artificial. Como consecuencia de todo ello, el jefe del Estado Volodímir Zelenski, ha tenido que restringir su círculo de contactos y transferir sus reuniones oficiales al sistema de videoconferencia.
El 5 de junio, el Ejecutivo ucraniano permitió la reapertura de cafés y restaurantes y, desde el día 10, funcionan ya los hoteles. El país se dispone ahora a reanudar los vuelos internacionales y a abrir el país a la llegada de extranjeros. Ayer se registraron en Ucrania 758 nuevos casos de coronavirus, más de un centenar de la media de días anteriores, y 31 decesos, situando el total de infectados en 33.234 y el de fallecimientos en 943. Se han curado hasta ahora 14.943 pacientes.