Punto de Encuentro

Centros de vida para los de tercera edad

Por Roberto Rendón Vásquez

Comenzamos el 2025. En algún momento, estando en soledad, pensamos en nosotros mismos. Anhelamos vivir en felicidad y si ya hemos formado la familia, nos esforzamos para sea el reflejo de nuestro quehacer cotidiano con nuestra pareja; los hijos son la esperanza que nos da la vida; por ellos humana y conscientemente nos esforzamos para que tengan una vida feliz fruto de sus estudios y formación y luego con trabajo estable. Pero también volvemos la mirada a nuestra existencia y soñamos con una larga vida, con una vejez sin dolores ni penas. En un instante también reflexionamos sobre nuestros progenitores. Ellos trabajaron toda su vida con amor infinito para sostenernos, educarnos y hacernos útiles: Nuestros padres van acercándose a su tercera edad; nos preguntamos: ¿qué será de su vida cuando se jubilen?, ¿ya estarán solos? … y nos vamos quedando con nuestros pensamientos … ¡Vamos a empezar la vida en un año más …! La vida es una rueda, comienza para unos, se desarrolla para otros y va terminando para quienes nos dieron la vida.

La vejez suele ser terrible; comienza a los 65 años que aún es independiente y físicamente capaz dependiendo de su formación infantil, adolescencia y juventud y va rumbo a los 70 sintiendo cambios y transformaciones en su existir y puede llegar a los 80 considerándose ya dependiente, y excepcionalmente, aún con vida, puede llegar los 90 años, pero se sienten más solos y sufriendo problemas en su salud que afectan sus aspectos biológicos, psicológicos y emocionales. Si su compañera/o de su vida parte al más allá, los vencerá la tristeza. La alegría de su vida estará en la compañía de sus nietos. Son nuestros ancianos.

Estamos en tiempo para reflexionar. En agosto (2024) el INEI dio a conocer que en el Perú los adultos mayores totalizan 4´747.803 o sea el 13,9% de la población peruana y de esa cantidad hay 3 millones de mayores de 70 años. El 78,9% presenta problemas crónicos de salud. Pero hay más que debe preocuparnos: el 47% son mayores de 60 años, el 27,8% de los hogares tiene como jefe o jefa a una persona de 60 años o más, hecho que evidencia que el 50,6% participa aun en el mercado de trabajo. El 45,9% sufre discapacidad; el 15.6% son mayores de 80 añosLa mayoría vive en localidades no solventes (urbanísticamente) (regiones deprimidas económica, social y geográficamente apartadas) y no cuenta con acompañamiento o persona que lo tenga a su cuidado.

Ante esa realidad es imprescindible que el Estado, las Regiones y municipios adopten a la brevedad medidas para proteger a nuestros adultos mayores y cuidarlos de los efectos perjudiciales en su subsistencia. Una medida es constituir instituciones –debidamente organizada y presupuestadas con personal idóneamente capacitado– que les brinden servicios permanentes de salud, vivienda digna, alimentación, vestimenta adecuada, ejercicios (propios para su edad), asesoría y servicios legales. Se debe organizar y realizar en forma programada labores de educación, recreación y cultura. Pueden cantar, recitar, dar conferencias (charlas) a otras generaciones sobre sus experiencias; también organizar coros mixtos, realizar folklore peruano, algunas competiciones deportivas (ejemplo: gimnasia, ajedrez, damas, etc.). Hacer programados paseos, ir a playas, visitar lugares históricos locales, iglesias, parques emblemáticos y otros centros de ancianos que haya en las localidades. En fin, es indispensable que cada día estén entretenidos y contentos de vivir. Constituir estos establecimientos, no es “caridad” sino obligación del Estado y la sociedad.

Sin excepción, todos los vecinos padres y/o madres de familia en los vecindarios, debemos estar organizados consiente, volitaría y auto-disciplinadamente para formar en cada barrio organizaciones de los abuelos para que realizasen las actividades mencionadas, que les presten atención a nuestros padres abuelos de nuestros hijos. No debemos olvidar un instante a quienes nos dieron la vida, nos educaros y cultivaron e hicieron de nosotros (los ahora adultos) personas honorables y sensatas.

Que al empezar el año 2025, una tarea para los adultos y padres de familia, es atender permanente y óptimamente a nuestros viejos. Que el Estado, Gobiernos Regionales y los Municipios (de todo el país) si aún no lo han hecho que constituyan centros de adultos mayores; y si ya los tienen, que hagan otros necesarios para atender a todos los que nos dieron la vida y que ahora son ancianos.

¡Hacerlo Será un Félix 2025!

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