Michel Foucault y Byung-Chul Han están en el Perú, pues le aportan a nuestro análisis político y social las lógicas de la biopolítica y la psicopolítica. Este artículo intenta organizar el sentido de nuestro actual proceso político y social, a partir de su caracterización como biopolítico, psicopolítico y de hegemonía progresista y caviar. Aquí ambos filósofos, y sus categorías biopolítica y la psicopolítica: Michel Foucault define a la biopolítica como "El control de la sociedad sobre los individuos no se realiza sólo por la conciencia o la ideología, sino también en el cuerpo y con el cuerpo. Para la sociedad capitalista, es la biopolítica lo importante ante todo, lo biológico, lo somático, lo corporal. El cuerpo es una realidad biopolítica, la medicina es una estrategia biopolítica"; en tanto que, Byung-Chul sostiene que la psicopolítica es un sistema de dominación que no recurre a los mecanismos tradicionales del poder opresor, sino que, en su lugar, esgrime un poder seductor, inteligente, que hace que las personas se sometan por su propia voluntad a la trama de la dominación. Es decir que, entre la biopolítica y la psicopolítica, el sujeto sujetado, o sometido, es entre consciente e inconsciente de su situación, dependiendo de que el poder universal del progresismo, o el poder nacional del caviarismo, toque su cuerpo o consciencia. Es así: El poder político progresista y caviar ha empezado a operacionalizarse entre el biopoder y el psicopoder. Seamos claros: En la presente coyuntura, el poder progresista y caviar es total, pues es biológico, físico y digital. Dicho modelo de poder parece tomado de las arquitecturas del panóptico de Jeremy Bentham y del Gran Hermano de George Orwell. Una epistemología mínima de la presente coyuntura tiene que reconocer que es la primera vez que, en el mundo y en el Perú, existen progresistas y caviares que colocan a la antropología filosófica, a la propia naturaleza humana y sus representaciones modernas, como el centro del conflicto político y social a resolver.
La lógica de la coyuntura política y social peruana está determinada por dictadura progresista y caviar, y sus más grandes mecanismos son la biopolítica y la psicopolítica. Ambas categorías constituyen una diada complementaria, no dicotómica, y organizan un sentido del proceso peruano. He aquí algunas otras diadas, sí dicotómicas, de nuestro actual proceso: Primera dicotomía: Tenemos un proceso político y social dividido, en formal e informal: uno, expresado en las relaciones entre las instituciones constitucionales, como son los poderes ejecutivo y legislativo, y hasta los partidos políticos; y el otro, producido en las relaciones sociales convertidas en sentimiento, en cultura constitucional o extra constitucional. Segunda dicotomía: Tenemos un tiempo político fraccionado: en lineal y espiral: uno, expresado en pandémico y, el otro, en post pandémico, que determinan la vigencia o no de la dictadura médica y sus diversos mecanismos políticos y sociales. Tercera dicotomía: Tenemos que la división tradicional entre izquierda y derecha ha tomado la forma de progresismo y conservadurismo: uno, participa de la narrativa de la ideología de género, del ambientalismo, y hasta del final del Estado nación; y el otro, participa de las ideas que organizaron la modernidad, la forma republicana y el amor a la patria. Por supuesto, pueden construirse otras dicotomías. Finalmente, para comprender la lógica de la actual coyuntura política y social peruana, además del carácter subyacente de la dictadura progresista y caviar, debemos tomar en cuenta a Michel Foucault y Byung-Chul Han, y sus lógicas de la biopolítica y la psicopolítica.