Si tenemos que hablar sobre las mujeres apristas especialmente su papel fundamental en la construcción de los 100 años de aprismo, sería un error imperdonable dejar de lado a la compañera Teresa Martorella de Claros y su hija la c. Teresa Claros, emblemas apristas del Callao. La compañera Teresa dueña de un inquebrantable valor y heroísmo junto a su esposo el c. Nicolas Claros durante los años de persecución aprista desde 1931 se impuso la misión de asistir a los prisioneros apristas en el Frontón, el Panóptico y el Sexto. Esta encomiable labor iba dirigida especialmente aquellos presos que no tenían familia, a los heridos a los que necesitaban alimentos, medicina o incluso para repartir el diario “La Tribuna” y correspondencia con información de gran valor en esa terrible época de persecución. A continuación, comparto con Uds., algunos pasajes recogidos de los textos del c. Gabriel García Torrelonge que resumen toda una vida de las mujeres de la familia Claros al servicio del país, la libertad y nuestro gran partido.
Teresita Claros, a muy corta edad, maduró tanto en su sentido humanitario como en carácter y valentía porque al ser la más pequeña de la familia era quien tenía que acompañar a su madre a recorrer las cárceles para ayudar a los presos apristas. Su hogar fue un santuario de la mística partidaria visitada constantemente por los perseguidos apristas, ahí conoció a su querido tío Manuel. Por el año 1935 Manuel Arévalo, mártir del aprismo estaba refugiado en el hogar de la familia Claros. Teresita se ganó su cariño inmediatamente y se convirtió en su engreída. Un fatídico día, mientras su tío Manuel se encontraba en una de las habitaciones del hogar, Teresita pudo ver cómo la policía política que hacía de sicarios del gobierno de turno irrumpieron en su casa, sus padres Teresa Claros de Martorella y su esposo Nicolas Claros se encontraban presentes, Teresita y su hermana Josefina fueron testigos de la violencia y rapidez del asalto, asustada Teresita pudo ver un vehículo que se llevaba a su padre, madre y a su tío Manuel. Tras su liberación, Manuel Arévalo fue nombrado jefe de la resistencia aprista en el norte del Perú por el líder del partido Víctor Raúl Haya De La Torre. Sin embargo, su lucha fue truncada el 15 de febrero de 1937, cuando fue asesinado Manuel Arévalo Cáceres, convirtiéndose en un mártir del aprismo.
Las familias de los presos no quedaban fuera de la generosidad infinita de la familia Claros quienes sobrevivían con la mitad de su salario y la otra mitad para compartir con los compañeros más necesitados, las viudas, las esposas e hijos de los prisioneros siempre podían contar con teresita y su familia, como por ejemplo el pequeño Andrés, hijo del c. Agripino Lila, quien frecuentaba el hogar Claros pues al estar preso su padre siempre tenía el cariño de esta familia. En una ocasión el pequeño Andrés acompañaba a la Teresita, quien era tres años mayor, en estas jornadas de ayuda y de repente se vieron envueltos en una persecución a los apristas y durante el tiroteo el espíritu noble y protector de nuestro niño mártir Andrés Lila hizo que protegiera con su cuerpo a nuestra querida teresita claros de las balas del tiroteo, quedó Teresita llorando abrazada del cuerpecito ensangrentado del pequeño Andrés.
Algunos compañeros presos de ese entonces fueron Juan Maclean Bedoya; Carlos García Ronceros, padre de nuestro presidente Alan García Pérez; y Leopoldo Pita. Los compañeros encarcelados no sabían cómo agradecer la fraternidad mostrada por la familia Claros Martorella, especialmente a Teresita, conocida cariñosamente como la compañera Toa. Ella había comenzado a visitar a los presos a los 8 años, de los brazos de su madre. Después de su primera visita a los compañeros en El Frontón, quedó profundamente impactada y desde ese momento dedicó su vida a la asistencia de sus compañeros, en especial en las épocas navideñas donde era tradición la chocolatada aprista incluso en las prisiones. Luego de las fiestas navideñas y el fin de año, el 6 de enero de 1944, con motivo de la bajada de Reyes, un policía simpatizante aprista visitó a la familia Claros con un hermoso nacimiento de arcilla para Teresita, un regalo hecho por el compañero Pita agradeciendo la nobleza de su joven compañera. Este nacimiento está custodiado hasta el día de hoy por la compañera Tessy, hija de Teresa Claros, quien lo exhibe en su sala cada Navidad hasta el 6 de enero, cuando un pequeño grupo de compañeros se reúne en su casa para la bajada del Rey.
Es importante resaltar la participación y el liderazgo femenino en las agrupaciones juveniles apristas. En 1945, después de la primera etapa de la Gran Clandestinidad, Teresita se unió a la JAP como Secretaria General, una nueva organización nacional fundada en el Callao. Al año siguiente de asumir el cargo, Teresa Claros tuvo la responsabilidad de organizar a los jóvenes para un mitin en honor al cumpleaños del Jefe y propuso que los hombres asistieran con camisa blanca y pantalón azul, y las mujeres con blusa blanca y falda azul al evento en el Estadio Nacional el 22 de febrero. Este mitin generó gran expectativa, ya que sería la primera vez que se celebraría en libertad el onomástico de Víctor Raúl, y el "cachorro" Seoane declaró ese día como el Día de la Fraternidad Aprista.
Conocí a la compañera Teresa Bartra, hija de Teresa Claros y nieta de Teresa Martorell de claros en una de las tantas actividades del partido. El cariño y hermandad que profesa a sus compañeros es enternecedor. Orgullosa de su legado familiar alberga con devoción reliquias familiares, entre fofos, cartas de un tremendo valor histórico, incluso un botiquín que usaron los compañeros en los más duros momentos y un azucarero que usó Manuel Arévalo al preparar su café. Sin duda nuestra querida Tessy custodia con mucho celo parte de nuestro legado, la terrible persecución, el destierro que hizo q naciera en México y ver el sufrimiento de los mártires apristas muy de cerca la hace poseedora de una gran sabiduría y entendiendo con mucha claridad los problemas del país, siempre con el recuerdo de su querido jefe Víctor Raúl y su gran pena por la partida de Alancito como ella de cariño le dice.
Para mí la historia de la compañera Tessy y su familia representa ampliamente al aprismo y el valor de las mujeres apristas, la protección y cariño de esta hermandad y como ha contribuido en la construcción de un feminismo aprista del que no mucho se habla pero que ha logrado atribuirles heroísmo a las mujeres de este movimiento.El heroismo, un valor antes asignado solamente a varones, se define por el arrojo y la valentía desinteresada para proteger a los más necesitados y las mujeres de la familia claros son el ejemplo vivo.
Diva Rivas Quintanilla
Sec. De Economía del Comité Provincial del Callao.