Punto de Encuentro

Nuevas del Vaticano

19 Septiembre, 2023

Claire Viricel

Claire Viricel

Si el outsider y candidato libertario, Milei, como cualquier populista, no vacila en insultar a su compatriota hoy jefe del Estado del Vaticano, en la vieja Europa, las mentes libres, con ojo crítico, observan cómo la más vieja institución de la era cristiana se está reformando con un papa venido de la periferia, jesuita y argentino, Francisco. Más que reformarla, nos dicen, lo que ha emprendido Francisco en 10 años de pontificado, es una revolución. "Un revolucionario en el Vaticano", así titula Jérôme Cordelier su columna del 07/09/23 en Le Monde dedicada al libro del vaticanista Jean-Marie Guénois, Pape François. La révolution (Gallimard). ¿Revolución a lo 1789?

El autor lo define como el padre de la "reforma igualitaria" que consiste en cambiar el eje del poder: de vertical ("la curia romana y sus administradores italianos, eficientes pero pletóricos, y entregados a la esfera de los favores") a horizontal, con los sínodos de obispos. Navegando contra los usos internos y buscando cambiar la doctrina aprovechando los escándalos financieros y sexuales, se había ganado pronto antipatías entre los cardenales más conservadores (Brandmüller, Burke, Caffarra y Meisner) que ven hoy tambalear su poder y vislumbran un cisma. Pero no solo de la igualdad se ocupa Francisco sino de la "fraternidad", es lo que muestra "su mano tendida a los musulmanes, los migrantes, los pobres y excluidos" al luchar contra lo que llama la "mundialización de la indiferencia". Y Guénois ve también otro aspecto de su revolución, la "libertad", al "liberar los fieles del exceso de moral y prohibiciones, abrir el sacerdocio a las mujeres", abrir los sacramentos a los divorciados y a los gays.

El papa, gran político y gran comunicador, lo había dicho desde su primera conferencia de prensa, en el 2013. "Soy jesuita en mi espiritualidad. Me siento jesuita, pienso en jesuita, pero no de forma hipócrita, pienso como un jesuita". El primer papa jesuita de la historia de la Iglesia que "no ha perdido el espíritu de conquista que marca a todos los que pasan por esta escuela de rigor y de poder (Fidel Castro, De Gaulle, Bill Clinton)", precisa Caroline Pigozzi en Le Monde del 7/9. Con su temperamento latino, su carácter indomable y su lógica implacable —subraya—, es un papa que tiene una gran capacidad de adaptación, pasa de estadista a hombre sencillo en poco tiempo, manteniéndose así anclado en la realidad. Hasta críticas ad hominem recibe por su sencillez ("camina como un campesino"), una verdadera "Franciscofobia" se ha instalado, según el historiador Yves Chiron. Desde el inicio había optado por lo sencillo y marcado el rumbo al preferir a los zapatitos rojos a medida el salir a callejear y comprarse unos ordinarios.

Un próximo y expectante Sínodo sobre el futuro de la Iglesia tendrá lugar en Roma en octubre. Los obispos van a trabajar sobre un documento llamado Instrumentum laboris publicado en junio que propone, según Guénois, "derribar la jerarquía del poder en la Iglesia en beneficio de los fieles laicos, incluidas las mujeres. Pocas veces la Iglesia católica se ha cuestionado a sí misma hasta este punto." "Una deconstrucción de la jerarquía del poder" en el Vaticano. Hacia una Iglesia sinodal. Dar al 'pueblo de Dios', a los fieles, 'derechos', es decir el poder de contener el clericalismo para "renovar la evangelización". El filósofo Stefano Fontana, en La Nuova Bussola Quotidiana (21/06/23), nos ilustra: "Una de las actitudes es la escucha: la Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha. Otra es la humildad: la Iglesia sinodal es una Iglesia que sabe que tiene mucho que aprender. Una tercera es la actitud de encuentro y diálogo con todos (naturalmente también en referencia a la emergencia ecológica). Luego viene la característica de una Iglesia que no teme la verdad de la que es portadora, sino que la valora sin forzar la uniformidad (una Iglesia plural, se podría pensar... pero ¿hasta qué punto plural?). Entonces no podía faltar una Iglesia acogedora y abierta a todos. Finalmente, la característica más extravagante: una Iglesia en contacto con la sana inquietud de lo incompleto. No será difícil notar la falta de consistencia teológica de estas expresiones. Por esta razón podemos decir que el Instrumentum laboris es un texto 'líquido' que, como tal, permanece abierto a cualquier conclusión, incluso la más revolucionaria. Un texto del que podemos esperar cualquier cosa. ¿Una casualidad? No, porque lo central es el proceso en que consiste la sinodalidad. La liquidez favorece el proceso, la sustitución de la verdad por la relación, el cómo prima sobre el qué y el por qué. El Instrumentum es como el tráiler de una película cuyo argumento nadie conoce y nadie sabe cómo terminará." ¿Se abre un tiempo de aggiornamiento, un Concilio Vaticano III?

El papa ha desconcertado con el viaje a Mongolia, atrapada entre China y Rusia, y que cuenta con solo 1380 católicos entre tres millones de habitantes, budistas. Con 87 años, una salud quebrantada (anda en una silla de ruedas y no puede subir escaleras) y un cuerpo adolorido, aún viaja al extranjero adicto al gusto por el reto. Entenderlo implica remitirse a la historia de los jesuitas, nos advierte Pigozzi. "El español Francisco Javier nacido en 1506 fue cofundador de la Orden y soñaba con evangelizar a los chinos. Pero enfermó y solo llegó a Taiwán..." Además, el papa hizo un regalo a China, "rescató la figura de Matteo Ricci, nacido en 1552, lo elevó a 'venerable' ya que se le considera el fundador de la Iglesia católica en China, país que lo fascina." Asimismo, desconcertó mucho cuando se dirigió a distancia a los jóvenes rusos de San Petersburgo, en agosto, les habló de "no olvidar el legado de la Gran Rusia, la Gran Rusia de los santos, los reyes, la Rusia de Pedro el Grande y Catalina II, el imperio ruso". Sus palabras hicieron saltar a los ucranianos que recordaban que la Santa Sede, en agosto de 2022, había condenado la agresión de Rusia, "un conflicto moralmente injusto, inaceptable, insensato, repugnante". Una internacionalista del acontecer religioso, Laura Pettinaroli, explica que "bajo los reinos de Pedro el Grande y Catalina II pudo crecer la Iglesia católica local, y fue Catalina II que dio refugio a la Compañía cuando fue expulsada del mundo católico". Entonces lo que hay que entender —señala— es el emprendimiento de Francisco, su estrategia: "una pastoral", pues este papa siempre ha obrado por el acercamiento entre confesiones y es crítico de Occidente por olvidarse de sus raíces cristianas, aclara la investigadora francesa. Así se debe entender lo que él llamó "la III Guerra Mundial a pedacitos".

El papa tiene sensibilidad especial por los migrantes siendo él mismo hijo de emigrantes italianos a Argentina, país donde velará por dignificar la condición del inmigrante. Y una energía peculiar pese a sus achaques. Viaja en Airbus alquilado a Alitalia. Entre su séquito de 30 personas, siempre su médico y un enfermero. Tan distinto a sus predecesores que desde 1799 se mueren en su cama papal, Francisco busca hacerlo en cualquier otro lugar, según su entorno cercano. Por eso hace poco caso a sus médicos. Si es así, bien podría marcar un hito dejando su ministerio en el cielo, a 9000 pies de altura, bendiciendo a Milei.

 

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