Es increíble y hasta aplaudible lo bien que la izquierda comunista se viene manejando en los medios de comunicación. El desenvolvimiento y la estrategia de victimización ha sido realmente prolija y encaminada; tanto así, que no sólo algunos "periodista" locales se vienen parcializando descaradamente, sino también han empezado a meter sus narices en nuestro país, presidentes y ex presidentes que creen que el “Perú es cogible”, asequible y hasta “violable” en sus leyes.
La estrategia ahora no es repetir "Dina asesina" o "Gabinete de la muerte", la estrategia es desprestigiar a los miles de hombres y mujeres que están siendo el único bastión fuerte de la poca democracia que nos queda: la Policía Nacional del Perú. Y si bien es cierto (y hago mi propio mea culpa aquí) todos alguna vez hemos rajado cual viejas chismosas de la policía de nuestro país... Quién no los ha llamado "corruptos", "vendidos" y hasta "policía de mierda". Pero cuando las papas queman, esa institución a la que insultamos por culpa de algunos malos miembros, es la que pone el pecho por ti, por mi, por nuestra familia, por tus hijos, por tus nietos y por tu perro. Tal cual lo hicieron en la parte más dura de la pandemia; tiempo en el que los aplaudías desde tu ventana, tu puerta o tu balcón; tiempo donde les decías "gracias" les regalabas comida y la prensa, aliada de Martin Vizcarra, no se cansaba de hacerles notas heroicas. Pero hoy en día nos quieren vender a esos mismos seres humanos como monstruos agentes del mal ¿Y sabes por qué?, porque aunque criticada por muchos años, nos guste o no: nuestra policía es fuerte.
Como decía líneas arriba la estrategia ha cambiado. El movimiento para sacar a Dina Boluarte como lo hicieron con Merino, no esta funcionando. Con Dina se ha prolongado demasiado y cuando una marcha toma mucho tiempo se va debilitando el propósito. Dejaron pasar navidad y año nuevo para volver, pero con nueva misión: desmoronar a la policía. Porque es este el lado que más batalla les está dando. El autodenominado "pueblo" se cree con el derecho de romper todo lo que encuentra a su paso, de coaccionar con saqueos y violencia a quien no apoye su causa, de matar perritos de manera cruel, de dejar morir bebés recién nacidos por no darle paso a una ambulancia en la carretera, de quemar vivo a un hombre y aún así quieren que la policía los trate como si fueran niños inocentes. ¡No lo son! Y su única defensa es repetir cual lorito parlante "Estoy ejerciendo mi derecho a la protesta". Y por supuesto que tienen derecho a protestar, todos tenemos ese derecho. Porque aquí no están en discusión sus peticiones, sino las formas en las que las ejecutan. Formas que aunque las quieran tapar usando a gente ignorante, huele a terrorismo y sigue manteniendo la misma esencia que en los años 80's.
He estado en muchas marchas y protestas antes; apoyando las huelgas de maestros, a la CGTP, contra la “ley pulpín”, apoyando los derechos LGTB+, exigiendo respeto y más ciclovías para los ciclistas , y sé muy bien que para que escuchen nuestras peticiones uno realmente tiene que hacer ruido. Recuerdo que fui muy criticada por salir casi desnuda en una ciclonudista, pero en ese momento sabia que mi fin no era mostrar mi cuerpo, sino, la visibilidad que yo podía darle a la causa. Así que yo también sé que se siente pelear por lo que uno cree justo. Conozco la emoción que se siente, el hecho de pertenecer y la alegría de compartir un ideal con muchas personas, es hermoso y excitante. Pero a la par debo decir que para ninguna de las marchas que apoyé tuve que golpear una persona que no pensaba igual que yo, no tuve que romper el ornato público ni la propiedad privada, no mate un policía ni amenace a personas que no pensaban igual que yo, porque eso se llama: TERRORISMO. Nunca le metí terror a nadie para que me siga en mis propósitos, porque solo los que saben que sus fines no tienen fundamentos fuertes acuden al terror como única forma de lograrlos. Esa no soy yo.
No me creo la defensora de la Policía Nacional del Perú, ellos no son personas perfectas. Yo no soy perfecta, quienes marchan no son perfectos. Pero creo que el daño moral que esta recibiendo como institución puede calar en ellos y repercutir en nuestra libertad. Cada día deben llegar a sus casas y ver que los medios locales y la prensa extranjera no cuentan la historia completa. Eso no solo los debe desmotivar y doler emocionalmente, sino, que debe hacer que sus ganas de defendernos del comunismo disminuyan. Creo y sé que no debe ser fácil salir a trabajar sabiendo que ese puede ser tu último día con vida. Creo y soy testigo (porque estuve observando el jueves 19 la marcha que estuvo en el ovalo de Miraflores) que cuando tiraron las bombas lacrimógenas era porque un grupo furioso estaba apunto de atacar un bus lleno de gente con palos y piedras. Sin embargo en la noticias solo dijeron “la Policía lanzó bombas lacrimógenas a los manifestantes” cuando el titular debió ser “La Policía lanzó bombas lacrimógenas a los manifestantes para proteger el ataque a un bus lleno de pasajeros”, pero lamentablemente eso no está sucediendo; no se están contando los hechos completos, se muestra solo un lado del panorama, y eso es lo que la prensa local e internacional está comprando. Me pregunto ¿Cómo quieren que la policía trate a los "manifestantes" si sus formas de reclamar son violentas? ¿Deben los policías dejar que ataquen buses con gente que podrían ser nuestros familiares? ¿Deben los policías darles un beso cada vez que les tiran un ladrillo en la cabeza? ¿Se les debe dar una gaseosita helada a nuestros pacíficos hermanos "manifestantes" cuando matan a un perrito de la calle? ¿Debe la policía ponerles música clásica mientras empiezan a quemar casas y dejan sin hogar a muchas personas? ¿Se les debe aplaudir cada vez que saquean el negocio de un emprendedor?.
A los nuevos dueños de la moral y las buenas costumbres les digo que así como tienen un gran número de gente haciendo propaganda contra nuestras instituciones para dejarnos ante la comunidad internacional como si los abusadores fueran los abusados; así también hay muchos peruanos que no vamos a dejar de alentar a quienes se están jugando la vida en esta lucha contra el comunismo que quiere tomar el poder en Latinoamérica. Eso en Perú no va suceder. Y aunque Dina se quede o se vaya, yo se que la policía igual va resistir. Y los que no estemos luchando sigamos alentando su labor. Agradeciendo su valentía, porque cuando la prensa se dedica a atacarlos psicológica y sistemáticamente, nosotros los ciudadanos de a pie podemos hacer la diferencia solo con un simple "gracias por proteger a mi país". El aliento a quien defiende tu libertad vale más que mil propagandas de comunistas mentirosas. Hagamos la diferencia estos días, luchemos junto a ellos, demostrando cual es el otro lado de la historia.