Tengamos presente quién es Fernando Tuesta Soldevilla. Fue profesor del curso de Antiaprismo I de la PUCP - Universidad Católica, Estudios Generales en Letras (el curso se llama Realidad Social Peruana pero basta asistir a un par de clases para darse cuenta de su falta de objetividad académica).
Hace quince años, como Jefe de la ONPE, ilegalmente, rebajó los estándares técnicos de seguridad para no aplazar las elecciones de la segunda vuelta entre Alan García y Alejandro Toledo, pese a: “… probarse que era necesario el aplazamiento, avalando un proceso electoral sin garantías, enturbiando el mandato de Valentín Paniagua, que perseguía elecciones limpias, y sin respetar la voluntad popular que deseaba elecciones transparentes, viendo la elección políticamente, si se sube o no en las encuestas…” indicó, en su momento, Luis Castañeda Lossio. La verdad es que con diez días más de campaña el APRA volvía al poder. Los problemas específicos eran varios. Las circunscripciones electorales conformadas a nivel departamental se definieron apenas tres meses antes del día de los comicios. El marco presupuestal se aprobó recién el 5 de enero del 2001. Llevar adelante elecciones limpias y transparentes pasaba por renovar el personal de la ONPE. A los dos meses de iniciar su gestión y a dos de las elecciones, había renovado solo el 75% del personal. Se tenía que organizar una elección nacional en poco más de tres meses, cuyo planeamiento requería no menos de un año. (1)
Hoy es asesor del Jurado Nacional de Elecciones. Específicamente de su Presidente Francisco Távara. A cada rato hace declaraciones a favor de la candidatura de Julio Guzmán. Todo esto, estimados lectores, ha sido orquestado, y sigue siendo orquestado, desde el JNE para ayudar a Guzmán a repuntar en las encuestas. No va a ganar, el pueblo se pondrá de pie y emitirá un voto seguro. Pero hay intereses y compromisos económicos amorales ocultos que deben ser honrados. Recordemos que hace varios meses, a través de una agresiva campaña por la “reforma electoral” coordinada entre el JNE y numerosos “expertos” de ONGs caviares, el Congreso fue presionado para sacar leyes en materia electoral cuando el proceso ya había sido convocado, causando solo confusión.
Francisco Távara se la pasó todos estos meses manifestando, en diversos medios de comunicación, que debían endurecerse los controles y la mayor fiscalización a los partidos; sin embargo, en la resolución que emitió sobre Guzmán, el señor Távara votó en minoría. Según su criterio, se debe privilegiar la participación electoral sobre el cumplimiento de las normas. El penoso desempeño del JNE resulta sospechoso, más aún cuando el analista electoral, favorito de los “caviares”, Fernando Tuesta Soldevilla, es su asesor. (2)
Hoy, 4/MAR/16, el Jurado Electoral Especial (JEE) declaró improcedente la inscripción de la fórmula presidencial de Todos por el Perú, que encabeza el candidato Julio Guzmán, tras declarar fundadas las tachas presentadas en su contra. La resolución en primera instancia puede ser apelada ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Tuesta Soldevilla como asesor quiere hacerse pasar como independiente, y Francisco Távara como Presidente del JNE, tendrá en sus manos la apelación venidera. Esperamos equivocarnos. Si no es así, y se convalida la inscripción, quedará evidenciada la propaganda gratuita desde el jurado electoral: un delito flagrante.