El escritor responsabiliza buena parte de la derrota del Apruebo a la actitud del PC y sectores de ultraizquierda. Dice que no hay tiempo que perder y que Amarillos por Chile, junto al resto de los integrantes de la Centroizquierda por el Rechazo, se reunirán hoy en el Café Torres a definir sus próximos pasos. “Este no es un triunfo de la derecha”, precisa.
“La mayoría silenciosa que se manifestó hoy marca un antes y un después en la historia política que estamos viviendo desde octubre del 2019. Esta una derrota muy fuerte del octubrismo”, señala el escritor Cristián Warken (61), mientras celebra en su auto -que conduce su esposa Danitza Pavlovic por el eje Providencia-Apoquindo- junto a sus hijos que, él relata, “sacan por las ventanas banderas de la Centroizquierda por el Rechazo”...
Al votar usted dijo que sería inaceptable e impresentable que la gente saliera a destruir la ciudad porque no le gusta lo que votó el pueblo…”. ¿Tenía alguna sospecha que le hiciera temer algo así?
-Me refería a las declaraciones del presidente del Partido Comunista (Guillermo Teillier llamó hace unos días a defender el triunfo del Apruebo a la calle), que fueron de una irresponsabilidad y ridículas ante el país. Primero que nada, porque la derrota del Apruebo fue muy amplia. Creo que el gran derrotado ayer fue el Partido Comunista y el octubrismo.
-¿Cuáles son los próximo pasos de Amarillos por Chile?
Mañana (hoy) tenemos una reunión a primera hora en el Café Torres, en que vamos a estar los representantes de los distintos grupos de la Centroizquierda por Rechazo. Estará Ximena Rincón, Javiera Parada, Felipe Harboe, nuestro diputado amarillo Andrés Jouannet, entre otros, para para ver hacia dónde vamos y cómo podemos contribuir a ayudar, cada uno desde nuestro lugar, a conseguir la promesa que sigue pendiente: una nueva Constitución. Tenemos que sentarnos sin complejos, y con convicciones, a dialogar. El diálogo requiere mucho más coraje que la cancelación.
-¿Y convertirse en partido?
-Hoy no es nuestra prioridad. Creo que se necesita una refundación de la centroizquierda, o un nuevo partido socialdemócrata y a lo mejor algún día podríamos ser partido, pero hoy somos un movimiento ciudadano con el único objetivo de ayudar una nueva Constitución, y eso no ha terminado.
¿Qué porcentaje tiene Amarillos en el triunfo?
No, creo que sería un poquito mezquino decir eso, pero sí creo que este no es un triunfo de la derecha, porque la derecha no ha obtenido más allá del 40% en sus mejores momentos, salvó en algunas segundas vueltas como la de Piñera en 2017. Es evidente hay por lo menos un 20% y más, de gente que votó por Boric, de izquierda, centro y centroizquierda que ayudó a este triunfo. Y como te decía, esto tiene que hacer pensar a los dirigentes de nuestro sector de que el camino de rendirle pleitesía a los sectores ultra, finalmente nos lleva a esto (amplio triunfo del Rechazo)
-¿Cómo se administrará una victoria con tantas cabezas?
-Lo principal es no cometer el error que cometió la izquierda radical en la convención, de llevarse la pelota para la casa. Hay que bregar y apoyar con generosidad todo lo que lleve a un acuerdo de unidad nacional. Ese es el único norte. Sentarnos a conversar con la gente del Apruebo y con la gente izquierda, con la gente derecha. El mensaje del Presidente va en esa dirección, que, a mi juicio, es la correcta. Amarillos tiene una red en más de 100 localidades, tenemos encargados comunales y la mayoría de nuestros voluntarios eran militantes de centroizquierda huérfanos que no querían votar Apruebo.
-¿Cuándo el 27 de noviembre de 2021 publicó la “Carta amarilla a mis hijos”, pensó que terminaría liderando una agrupación política y celebrando su primera victoria?
-Nunca y nunca tuve la intención de liderar un movimiento político o hacer una carrera política. Esto fue simplemente un acto que nació de adentro de mí, de muy adentro, cuando veía que la convención estaba cometiendo un error histórico y farreándose una oportunidad única. (“!Viva Chile!”, grita el vocero de Amarillos por Chile, en medio de esta conversación telefónica)
¿Le sorprendió el resultado?
-En nuestro primer manifiesto dijimos que si la convención no corregía el rumbo que estaba llevando, iba a ganar el Rechazo. Nos trataron de catastrofista, con mucha vileza, me funaron, perdí trabajos, sufrimos mucha denostación... y no sólo yo, mucha gente que adhirió a Amarillos sufrió la cultura de la cancelación al interior de nuestro sector... Pero no quiero quejarme de eso, no guardó ningún rencor. Hoy el pueblo de Chile, que se identifica con el centro y la centroizquierda, porque la mayoría de Chile es de centroizquierda (resalta con la voz), ha enviado una señal potente a los dirigentes de los partidos de centroizquierda que se alejaron de esa base, abdicaron de sus convicciones y se convirtieron en vagón de cola de la izquierda más radical.
-¿Se asustó el jueves en la tarde al ver la espectacular convocatoria del cierre de la campaña del Apruebo?
-No, porque yo he estado en esas manifestaciones. Fui militante y sé que la izquierda tiene una gran capacidad, que es maravillosa, de movilizar. Pero tampoco eran 500 mil personas, como se dijo. Recorrí todo Chile y me di cuenta que había mucha gente que decía públicamente que iba a votar Apruebo, porque no les quedaba otra, pero se notaba que no estaban convencidos. Incluso dirigentes de la izquierda, del PS... Nosotros tuvimos gente de base del PS trabajando con nosotros en el territorio.