Punto de Encuentro

El Papa Francisco habla fuerte y claro

20 Enero, 2018

Política

Sumo Pontífice advierte que la corrupción y el interés económico amenazan a la Amazonía. También critica la cultura machista peruana.

El Papa Francisco aprovechó su visita a Puerto Maldonado (Madre de Dios) para denunciar la opresión en la que estarían inmersas muchas comunidades nativas de la Amazonía peruana. En un encuentro con cerca de 4 mil indígenas tanto del Perú como de Brasil y Bolivia, el Sumo Pontífice les aseguró que sus territorios nunca habían estado tan amenazados como ahora debido a ‘grandes intereses económicos’.

“La Amazonía es tierra disputada desde varios frentes: por una parte, el neo-extractivismo y la fuerte presión por grandes intereses económicos que dirigen su avidez sobre el petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales”, afirmó.

En su segunda jornada en nuestro país el Santo Padre fue enérgico en señalar que parte de dicha amenaza provenía de la perversión de algunas políticas que “promueven la conservación de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano”.

En ese sentido, indicó que existían movimientos que, utilizando como pretexto la conservación de la biodiversidad amazónica, acaparaban grandes extensiones de bosques para luego negociar con ellas. Y agregó que esta situación solo generaba más opresión, provocaba asfixia y estimulaba la migración de jóvenes pertenecientes a las comunidades originarias.

“Tenemos que romper con paradigmas históricos que consideran a la Amazonía como una despensa inagotable de los Estados sin tener en cuenta a sus habitantes”, señaló.

Sobre los pueblos indígenas en aislamiento voluntario sostuvo que se trataban de los “más vulnerables entre los vulnerables” y que su presencia era para recordarnos que “no podemos disponer de los bienes comunes al ritmo de la avidez del consumo”.

“Quienes no habitamos estas tierras necesitamos de vuestra sabiduría y conocimiento para poder adentrarnos, sin destruir, el tesoro que encierra esta región”, dijo.

El máximo líder de la Iglesia católica también se refirió a la situación que ha creado la promesa de un mejor trabajo -que pondría fin a la situación precaria de personas de bajos recursos-, a través de la búsqueda de oro en la Amazonía. “El oro se puede convertir en un falso dios que exige sacrificios humanos”, advirtió el Papa.

Por su parte, las comunidades que llegaron para escuchar su mensaje denunciaron que -además de buscar desaparecerlos- no eran consultados sobre el uso de sus tierras, ensuciaban sus ríos, cortaban sus árboles y mataban a sus peces.

“Los foráneos nos ven débiles e insisten en quitarnos nuestro territorio de distintas formas y si lo logran podemos desaparecer. Le pedimos que nos defienda”, clamaron a Francisco.

Por otro lado, los integrantes de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes le obsequiaron al Papa una escultura que contenía madera, agua, tierra y oro, elementos que representan los recursos que provee la Amazonía.

Ni una menos

El discurso del Sumo Pontífice no solo estuvo centrado en los cambios que deben hacerse a la política ambiental, también fue enérgico al referirse al machismo imperante en el Perú.

“Duele constatar cómo en esta tierra, que está bajo el amparo de la Madre de Dios, tantas mujeres son tan infravaloradas, menospreciadas y expuestas a un sinfín de violencias”, señaló.

Asimismo denunció que la ‘lacra de la esclavitud sexual’ era el fruto de una cultura machista que pisotea la dignidad de las mujeres. “Los abusos sexuales, la trata de personas, la violencia contra la mujer es un clamor que llega al cielo. No nos hagamos los distraídos ni miremos a otra parte”, precisó.

Ante miles de personas a las que no les importaba el abrasador calor, el Papa Francisco señaló que no se podía naturalizar la violencia hacia las mujeres continuando con una cultura machista que impide que la mujer asuma un rol  protagónico dentro de las comunidades.

“No nos es lícito mirar para otro lado y dejar que tantas mujeres, especialmente adolescentes, sean pisoteadas en su dignidad”, afirmó el Santo Padre.

Antes de retirarse Francisco pidió a los asistentes que amen la tierra donde viven y no la usen como ‘un simple objeto descartable’.

Se sube al coche

El presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, publicó en su cuenta de Twitter que acompañaba al Papa para reafirmar “la lucha contra la trata de personas y la tala ilegal”, así como “resaltar la importancia de proteger a las comunidades originarias y el medio ambiente”.

Cifras de espanto

Madre de Dios, la región elegida por el Papa Francisco para realizar su primera visita, presenta preocupantes estadísticas. Para empezar lidera el ranking de trata de personas en el país. Es, además, una de las zonas con mayor avance de deforestación del Perú.

De acuerdo a cifras, las víctimas de trata que llegan a esta región provienen, principalmente, de Puno (21 %), Cusco (20 %), Huánuco (15 %) y Arequipa (11 %), y casi todas lo hacen engañadas con la promesa de un trabajo bien pagado.

A pesar de esta triste realidad, ninguna autoridad se ha mostrado, hasta hora, interesada en proponer alguna solución a este problema, ni a intervenir en La Pampa, lugar donde impera la ley del más fuerte y donde asesinar, violar o esclavizar no tiene ningún castigo.

“Lugar maravilloso”

De acuerdo al Ministerio de Cultura, el Perú reconoce 51 Pueblos Indígenas de origen amazónico, cada uno con su cultura, lengua, tierras propias. Además, existen cinco Reservas para Pueblos en Aislamiento y en Contacto Inicial, y 2,638 comunidades nativas que están reconocidas en la Base de Datos de Pueblos Indígenas.

Muchas de ellas se encuentran en Madre de Dios. Sin embargo, la minería y tala ilegal amenazan constantemente su forma de vida y, en ocasiones, hasta los obligan a salir de sus territorios, esto sin contar que muchos de ellos son asesinados por defender sus recursos naturales.

Asimismo, esta región ocupa el primer lugar del ranking de las regiones amazónicas con mayor deforestación del país. Es más, solo entre el 2001 y el 2017 hubo una pérdida anual de bosque mayor a las 20,000 hectáreas.

Según un informe del Proyecto de Monitoreo de Amazonía Andina, esto responde a los efectos de la minería, la agricultura y la construcción de carreteras.

(Fuente www.expreso.com.pe)

 

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