Autor: Silvana Pareja.
La inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como una de las tecnologías más prometedoras y transformadoras del siglo XXI, con la capacidad de influir en prácticamente todos los aspectos de la vida moderna. A medida que el mundo avanza hacia la implementación de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), La IA no solo tiene el potencial de acelerar el progreso hacia estos objetivos, sino que también ofrece la oportunidad de transformar la manera en que enfrentamos los problemas globales más urgentes.
Durante un foro sobre IA celebrado en Shanghái el 3 de septiembre de 2024, António Guterres, Secretario General de la ONU, resaltó el papel crucial de esta tecnología en el logro de los ODS. En su discurso, advirtió sobre la concentración de capacidades avanzadas de IA en "unas pocas empresas poderosas y un número limitado de países", lo que genera una desigualdad tecnológica que podría exacerbar las disparidades globales. Este escenario subraya la necesidad urgente de reducir las brechas en el acceso y control de la IA para evitar que aumenten las desigualdades económicas y tecnológicas entre las naciones.
Los 17 ODS abordan algunos de los desafíos más acuciantes a nivel global, como la pobreza, el hambre, la desigualdad, el cambio climático y la degradación ambiental. En este sentido, la IA tiene el potencial de ser un catalizador de avances significativos en cada uno de estos objetivos, ofreciendo soluciones innovadoras y eficientes que pueden superar muchas de las limitaciones humanas actuales. Esta tecnología no solo permite mejorar la toma de decisiones a gran escala, sino que también optimiza la distribución y el uso de recursos de manera más efectiva, creando así un impacto positivo en múltiples áreas.
Uno de los sectores donde la IA puede tener un impacto transformador es la educación de calidad (ODS 4). A medida que el mundo enfrenta desafíos educativos como el acceso desigual a la enseñanza de calidad y la creciente necesidad de personalización del aprendizaje, la IA ofrece soluciones revolucionarias. Esta tecnología tiene el poder de personalizar el proceso educativo al adaptar los contenidos y métodos de enseñanza a las necesidades, capacidades y estilos de aprendizaje individuales de los estudiantes. Mediante algoritmos avanzados, la IA puede analizar el rendimiento académico de los estudiantes y ajustar los enfoques pedagógicos en tiempo real para maximizar su aprendizaje y su potencial.
El impacto de la IA en la educación va mucho más allá del simple acceso a recursos educativos. Su mayor fortaleza radica en su capacidad para facilitar enormemente la accesibilidad a la educación. Gracias a sus capacidades avanzadas de procesamiento del lenguaje natural, las lecciones pueden ser traducidas automáticamente a múltiples idiomas, eliminando así las barreras idiomáticas que tradicionalmente limitaban el acceso a la educación global. Asimismo, la IA puede integrar herramientas adaptativas que promuevan la inclusión de personas con discapacidades, creando entornos educativos más inclusivos y equitativos. Por ejemplo, tecnologías como el reconocimiento de voz o la interpretación automática en lenguaje de señas permiten que estudiantes con discapacidades motoras o auditivas participen activamente en el proceso educativo.
En conclusión, la inteligencia artificial tiene el poder de ser una herramienta transformadora para el desarrollo sostenible, con la capacidad de acelerar el progreso hacia los ODS. Sin embargo, la concentración de poder pone en riesgo a las naciones en desarrollo, que pueden quedarse rezagadas en términos de acceso a tecnología y, por ende, de progreso en la consecución de los ODS. Para mitigar este riesgo, es crucial que la comunidad internacional colabore en la creación de un marco regulatorio inclusivo que permita que los beneficios de la IA sean accesibles para todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo. La gobernanza inclusiva de la IA es fundamental para garantizar que esta tecnología sea utilizada de manera equitativa y responsable, en beneficio de toda la humanidad.