Punto de Encuentro

De La Teoría de Ventana Rota al Autocultivo

6 Septiembre, 2024

John Pan

Por: Chengzun Pan

        Últimamente, el gobierno peruano está tomando bastante serio en el tema de la seguridad ciudadana, lo cual es muy bueno. Sin embargo, en el lugar de hacer las campañas policiales eventualmente, creo que se debería tener un sistema permanente en el control del crimen, especialmente en los delitos menores.

La teoría de “Las Ventanas Rotas” es una teoría de la psicología criminal propuesta por James Wilson y George Kelling, y fue publicada en la edición de marzo de 1982 en la revista "The Atlantic Monthly" en un artículo titulado "Ventanas rotas". Un ejemplo famoso de esta teoría sostiene que, en un edificio con algunas ventanas rotas, si no se reparan inmediatamente, los vándalos pueden romper más ventanas. Con el tiempo, pueden incluso irrumpir en un edificio y, si lo encuentran deshabitado algunos departamentos, se ocuparán, colonizarán o prenderán fuego.

También imagine una calle con algunos trozos de papel, si nadie las limpia, pronto habrá más basura y, finalmente, la gente simplemente tirará la basura al suelo como algo natural. Por lo tanto, la teoría de “Las Ventanas Rotas” enfatiza que centrarse en tomar medidas estrictas contra los delitos menores puede ayudar a reducir los delitos más graves, e incluso a los delitos deben afrontarse con una actitud de tolerancia cero. En la década de 1990, el comisionado de policía de la ciudad de Nueva York, William Bratton, y el alcalde Rudy Giuliani popularizaron aún más esta teoría. Implementaron esta teoría en sus políticas policiales y en su trabajo diario, hasta el punto de que la tasa de criminalidad de la ciudad se redujo significativamente.

A muchas personas les resulta difícil imaginar por qué los honestos agricultores japoneses de Hokkaido se convirtieron súbitamente en "diablos" que cometieron todo tipo de maldades como quemar las casas, matar las personas inofensivas, robar donde encuentran, y violar las mujeres en China durante el tiempo de la Segundo Guerra Mundial. Otro ejemplo es, los residentes de una ciudad pequeña a menudo se comportan de manera tímida cuando se mudan a una gran ciudad, pero un grupo de esas personas muestran arrogancia y violencia cuando se enfrentan a los débiles. Estos fenómenos suceden porque uno los ve en algunos indicios evidentes de que “uno puede hacer lo que quiera”, y la suerte que provoca el falso estímulo provocado por la falta de resistencia y castigo.

Una vez escribí un artículo sobre la seguridad ciudadana, usando a Singapur como ejemplo. Las elevadas multas y castigos de azotes en Singapur han hecho que la gente se preocupe por cometer errores, lo que ha creado una civilización singapurense que ha atraído la atención del mundo entero. Mucha gente en Perú cree erróneamente que la causa del caos de tráfico y seguridad del país es por el bajo nivel de educación, pero he señalado claramente en mi artículo, sí tiene que ver con la educación, pero más que la educación, es por falta la ejecución y cumplimiento de las leyes establecidas, o de leyes más estrictas. La situación del tráfico en China es ahora mucho mejor que antes. No es que la gente esté mejor calificada después de la educación, sino que es el resultado de las omnipresentes cámaras de vigilancia y las elevadas multas que hacen que la gente sienta que el costo de cometer errores sea demasiada alta, por lo que después de un período de tiempo de costumbre, el comportamiento se fue civilizando gradualmente.

Liu Bei (161 – 223, fue poderoso jefe de militar y emperador de Shu en la época de Los Tres Reinos) escribió en su último edicto a su hijo: "No dejes de hacer buenas obras porque sean pequeñas, y no hagas maldades porque sean pequeñas". Esto no se debe a que Liu Bei tenga un alto nivel moral, sino a que el emperador tuvo un profundo conocimiento sobre lo terrible de "La espada de Damocles”.  La historia revela siempre que un personaje caía en grandes acontecimientos era aceptado por todos, pero si este se destruyera a sí mismo solo por cometer una causa menor, además de recibir afables compasiones y recibir muchas más burlas.

Para cultivar verdaderamente tu propia vida, necesitas observar tu comportamiento desde diferentes ángulos. Zeng Shen (505–435 a. C., fue un filósofo chino y el discípulo de Confucio) dijo: "Reflexiono tres veces al día mi propio comportamiento".

Enfatizo, repetidamente, que cultivar el comportamiento personal no solo es algo privado, sino también tiene que ser adecuado a los principios morales aceptables por las costumbres sociales. Nadie es perfecto y no hay vida sin hipocresía en este mundo. Si realmente medimos a las personas por los tres karmas que son “física, palabras y mente” como mencionados en el budismo, por supuesto que no hay ninguna buena persona en este mundo que vivimos, pero solo mejorando constantemente en el camino de la vida podemos tener la oportunidad de obtener la verdadera paz.

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