¿PODRÁ SUPERAR IMAGEN ACOSTUMBRADA DE GOBERNANTES PERUANOS DEL SIGLO XXI BAJO LA SOMBRA DE LA CORRUPCIÓN?
Por: Abraham Fudrini.
Durante dos décadas (2001-2022), en Perú han gobernado ocho presidentes que hoy están: preso, extraditado, suicidado, enjuiciado por corrupción, lobista con prisión preventiva, coimero, oportunista fracasado e ignorante extremo, todos elegidos como “males menores”?. Con la actual presidente suman nueve presidentes con un promedio de tiempo de gobierno equivalente a un poco más de dos años. Según la Constitución Política vigente, un período gubernativo debe durar cinco años.
Lo anterior muestra una inestabilidad política constante durante esas dos décadas y una crisis del gobierno democrático representativo, que amputó la participación permanente del pueblo peruano. Por esta razón esta democracia representativa ha fracasado en América Latina y ha posibilitado a grupos comunistas alcanzar el Gobierno del Estado, para irracionalizarlo y destruirlo. Ante esta grave situación, grupos apristas están creando un Proyecto de Ley que podrá superar esta estructura de Estado y convertirla en una democracia directa que devuelva la participación constante e imprescindible al pueblo
Durante los doce últimos años, casi no se ha hecho nada por el pueblo, nos han gobernado un lobista acriollado, un coimero borracho, un oportunista fracasado en todo, un ignorante extremo mentiroso y hoy una muy hábil mujer que, quizás por ella misma o por el odio acumulado en Pedro Castillo o por ambas razones, tiene buena imagen política. Ella cedió ante las presiones poniendo marzo de 2024 como fecha de elecciones generales, a manera de desahogarse de los insultos y amenazas que buscaron someterla y obligarla a que renuncie antes de ser y siendo Presidente de Perú (la primera mujer presidente de Perú en democracia), ella horas después de las primeras presiones respondió con inteligencia política comprometiéndose con llamar a elecciones generales en marzo de 2024 (Proyecto de Ley presentado por el Ejecutivo, que aprobó el Congreso de la República). De esta manera ganaba tiempo y aparentaba como desprendida pero respetuosa de la Constitución Política, causa y razón por la que asumió su cargo. Demoró así oficialmente la exigida transmisión del cargo al “nuevo” presidente de Perú.
Después del frustrado Golpe de Estado de Pedro Castillo y de su correspondiente apresamiento, grupos populares movilizados por dirigentes comunistas y aliados en Lima, Puno, Arequipa y otras provincias causaron caos y destrucción a la propiedad pública y privada, creando un ambiente de terror en el que las FF.AA y FF.PP debieron actuar obligadamente para sofocar acciones vandálicas, destructoras y terroríficas; actuaron para reponer la paz social y sofocar la insurgencia comunista contra el orden establecido y la seguridad de los peruanos.
Cuando las clases medias y populares democrático-constitucionalistas, salieron a protestar a las calles fue por el temor que Pedro Castillo pudiera hacer sufrir hondamente a las familias peruanas, por causa de que los jóvenes abandonarían sus hogares y su patria.
Recuerdo que entre agosto y setiembre de 2022 sugerí que primero había que inhabilitar constitucionalmente a Dina Boluarte, ya que desde mi punto de vista Pedro Castillo, en ese momento, era un cadáver político y podría ser vacado después, para acabar así con cualquier gobierno comunista y para que el presidente del Congreso de la República asuma constitucionalmente el cargo de presidente de Perú.
Sin embargo el escenario hoy es otro y considero que las fuerzas políticas dentro del Congreso de la República, que la avalan, suman mayoría de congresistas, las fuerzas que están de acuerdo con el Gobierno de ella son: las FF.AA y las FF.PP, los congresistas de todos los partidos políticos del Congreso de la República que quieren estar hasta el año 2026, los empresarios y sus instituciones que consideran que el peligro para la economía nacional y para las empresas está pasando, finalmente las fuerzas sociales (clases medias y populares, principalmente) que al principio temieron por las amenazas de Pedro Castillo y Vladimir Cerrón, ahora no están dispuestas a salir a las calles porque con Dina Boluarte no hay peligro que Perú ni los peruanos tengamos un gobierno comunista radical e ignorante como del golpista Pedro Castillo.
Sin duda que en los tres últimos años que le quedan como gobernante ella, si se lo propone, podría hacer un buen gobierno, en beneficio a los sectores populares. Los desastres naturales le presentaron un escenario apropiado para que despegue políticamente y lo continuará haciendo. Su Gobierno con apariencia de transitorio, en verdad es permanente y debe durar hasta 2026.
Si hace un buen Gobierno con mucha propaganda populista, ella se puede constituir en una figura nacional. Pero como ella ha llegado a ser presidente de Perú por vía constitucional y no por sufragio universal directo y secreto, podría tranquilamente ser candidata por cualquier partido político el año 2026.
La coyuntura para las próximas elecciones generales en Perú está aún distante, sin embargo los pasos previos, puyas internas, intrigas, cuestionamientos, etc. ya se han iniciado y ocurren subterráneamente.
También se legalizarán nuevos partidos, pero debemos tener siempre presente que con las actuales autoridades del RENIEC, la ONPE y el JNE, no daremos un solo paso transparente y es imprescindible cambiarlas.