¿Emigración o fuga de jóvenes?

Por Roberto Rendón Vásquez.

Problemas económicos que ya perduran lustros afectan a la población peruana. Se agravaron con la pandemia del Covid-19 (2020) y con la elección de políticos al Poder Ejecutivo y Legislativo (Julio del 2021). Se cerraron centros de trabajo y hubo fuga de capitales. Luego, por falta de confianza debido a la realidad política, los empresarios inversionistas nacionales y extranjeros no invierten en el establecimiento de centros de producción que contraten mano de obra. Adicional, por motivos conocidos, se ha afectado la producción minera y la agrícola que por la carencia de fertilizantes ha disminuido considerablemente. También la confrontación política entre políticos (de los Poderes Ejecutivo y Legislativo) ha impedido que solucionen los problemas nacionales. Hay elocuente desocupación, informalidad e incremento de pobreza. Ni siquiera hay seguridad ciudadana. La situación económica del país no es óptima. Hay permanente elevación de precios de productos alimentarios de primera necesidad.

Ante esa situación muchos jóvenes, por falta de oferta de empleo, están huyendo a otros países con la esperanza de conseguir trabajo. La emigración se está incrementando últimamente. No solo son obreros (de fábricas, construcción civil), profesionales (aproximadamente 10%) (ingenieros, contadores, médicos, enfermeras, administradores, etc.), técnicos, oficinistas, agricultores, de servicios; también estudiantes, Hay hasta trabajadoras del hogar. La mayoría huye a países donde consideran que alcanzarán seguridad económica, social y laboral. La mayoría son jóvenes. Van a EE. UU, España, Argentina, Chile, Italia, Alemania, Francia, Japón, Brasil, Canadá, Méjico y otros países. Emigraron buscando su mejora económica. Actualmente hay 3´672.392 de peruanos que salieron del país y la mayoría no han retornado. Porcentualmente más son mujeres. La descendencia de la mayoría de emigrados ya no será peruana.

Muchos emigrados remiten a sus familias remesas mensuales de dinero. El año 2021, según el Banco Central de Reserva, alcanzaron más de US$ 3.592 millones, muchas provienen de peruanos residentes en Estados Unidos, Chile, España, Japón, Italia, Argentina y otros países. Estas remesas nos demuestran: a) que peruanos que emigraron encontraron trabajo estable y seguridad económica y b) que aportan tanto al ingreso de divisas al Perú como una significativa ayuda para el sostenimiento de sus familias. Esto es lo positivo de la emigración.

La huida de peruanos, sobre todo jóvenes, hacia otros países nos evidencia que los políticos electos para el Ejecutivo y Legislativo han sido y son incapaces de gobernar dando segura estabilidad económica al país.