EN LA CUMBRE CON EL PIRATA MORGAN

Cuando el pirata Henry Morgan llegó a Panamá en 1671 y ganó posteriormente la batalla de Matasnillo, nunca se imaginó que 344 años después, 35 Jefes de Estado y de Gobierno se reunirían en esa ciudad que el Gobernador español Pérez de Guzmán mandó a incendiar, cuando perdió ese enfrentamiento con el célebre pirata galés.

Esta VII Cumbre de las Américas que acaba de concluir, llevó por nombre de “Prosperidad con equidad: el desafío de la Cooperación en las Américas”, una paradoja, pues América Latina es la Región más desigual del mundo, y más bien terminó centrándose en lo mediático del apretón de manos y brevísima reunión entre Obama y Castro y en las ocurrencias del “otro pirata Morgan”, que hasta un doble usó para desplazarse por la ciudad.

¿Declaración Final de la Cumbre panameña? ¡no hubo! (en la anterior, en Cartagena, tampoco) El lenguaje diplomático cuando no consigue unanimidad, se diluye en largo listado de buenas intenciones y nos consuela con la Foto Oficial, todos bonitos, sonriendo y con la mano levantada al estilo Beyoncé.

La siguiente Cumbre tendrá por sede al Perú, posiblemente en el 2018, con otro Jefe de Estad y también de otro Secretario General de la OEA, menos “insulzo” que el que se está yendo.