La alienación
es una creación
de la sociedad Burguesa
Frantz Fanon
¿Es legal que el Gobierno de Transición designe como Jefe de la PNP al oficial que está en el puesto 18?
No es ni legal, ni constitucional.
La ley es clara y taxativa. La designación del Jefe de la PNP se debe hacer de entre los 3 primeros puestos en el orden de mérito, y en caso se escoja al oficial que está en el puesto 3, los dos oficiales que lo anteceden pasan a la situación de retiro.
¿Cómo afecta ésta designación ilegal a la PNP?
La medida destruye abiertamente su institucionalidad; politiza a la PNP en el peor sentido del término; introduce la arbitrariedad absoluta en la ubicación de los altos mandos; licua de un plumazo el orden de méritos, y sienta las peligrosas bases para que la institución ingrese a un peligroso proceso de desnaturalización, sino –incluso- de su destrucción.
¿Es una medida aislada?
El ilegal descabezamiento de la PNP no es una medida aislada. No es sólo un intento torpe de un grupo por poner sus manos en la PNP. Por supuesto que hay mucho de ambición, de pequeñas venganzas y mucho de deshonor. Pero la medida no es sólo una lucha por el poder en la institución: obedece principalmente a una cándida e irresponsable visión ideológica de la sociedad.
Y ¿Quiénes están detrás de éstas medidas contra la PNP?
Detrás de éstas medidas no están los trabajadores del Perú, ni los emprendedores, ni las amas de casa populares, ni los campesinos productores, ni los desempleados, ni los jóvenes sin trabajo.
Detrás de éstas medidas está el “infantilismo pequeño burgués” que Lenin denunciaba con todas sus fuerzas. Son los hijitos de papá jugando al “socialismo”. Para Lenin, éste pseudo radicalismo tenía por característica central no reconocer los datos básicos de la realidad, y cuyas medidas y programas terminaban afectando gravemente los intereses del pueblo en su conjunto como de los trabajadores.
La desarticulación de la PNP, es parte del afiebrado proyecto político de la pueril pequeña burguesía radicalizada limeña: eso son Sagasti, Costa, Basombrío y demás amigos de carpeta de San Isidro.
Son la misma pequeña burguesía desclazada de “izquierda”, que ha mostrado una gran incompetencia en el manejo del Estado y que ha estado detrás de los principales fracasos de gestión pública de la izquierda peruana en los últimos 20 años. Son los que estuvieron detrás de la incompetencia sin límites mezclada con corrupción de Susana Villarán, y también son los mismos detrás de la desastrosa gestión de Zamora en Salud, y son la misma manchita clase mediera radicalizada que llevo la educación pública al despeñadero en la gestión de Patricia Salas…(los ejemplos son innumerables y pueden llenar varias páginas).
Esta pequeña burguesía desclasada, alienada y acomplejada, es la misma que en los años 60 quería que el Perú imite a la URSS, y en los años 70 a la China de Mao y ahora sueñan en querer volver al Perú “como Finlandia”.
Indudablemente que detrás de las medidas también hay una fuerte pulsión de racismo. No olvidemos el factor cultural. Virtualmente el 100% de los miembros de la PNP provienen de los sectores populares. Al radicalismo San Isidrino pequeño burgués eso le debe resultar intolerable. Demasiados “cholos”. Pero felizmente Gamarra jamás será Estocolmo.
¿Qué impacto tendrán éstas medidas en la sociedad popular real?
Catastróficos.
La pueril ideología de los radicales pequeño burgueses, ha quitado autoridad a la PNP para ejercer la seguridad ciudadana. En lo que se denomina el universo simbólico, han logrado quitar legitimidad al uso de la fuerza de la PNP para controlar el delito y los disturbios sociales. La PNP está desarmada.
Este proceso de ilegitimización de la acción de la PNP abre las puertas del infierno hacia la inseguridad ciudadana de los sectores populares principalmente. La delincuencia común, la delincuencia organizada, los movimientos subversivos (que los hay y que siguen actuando), atacarán con todo a la sociedad peruana popular.
Estamos avisados.