Punto de Encuentro

Operación ‘Lava cara’ de Odebrecht en todo su furor

1 Julio, 2019

Política

Si los pagos relacionados con la concesión del Gasoducto del Sur han sido sobornos, esto afectará gravemente el acuerdo con la transnacional del delito.

Desde el momento en que Odebrecht y su superintendente en el Perú, Mauricio Cruz, sacan a luz la versión de que no toda la información que almacena el sistema Drousys y My Web Day está vinculada a actos de corrupción, sino que también contiene información legal sobre transacciones y pagos privados de la constructora, obviamente que ha empezado la operación del lavado de cara de dicha empresa, en respuesta a las informaciones procedentes del exterior de presuntos sobornos en cinco nuevas obras de ingeniería civil ejecutadas en el Perú.

Y es que antes del último 25 de junio el periodista Andersson Boscán y su equipo del portal ‘La Posta’ del Ecuador enviaron las bases de una noticia letal: que, además del Gasoducto del Sur, el ‘departamento de sobornos’ de Odebrecht había entregado coimas en cuatro nuevos proyectos, entre ellos Kuntur (la predecesora de Odebrecht en el gasoducto), la irrigación Chavimochic, la concesión hidroenergética Olmos y el corredor vial Hualapampa-Vado Grande.

Si a lo anterior sumamos la concesión de la Interoceánica Norte de la que nos enteramos por las autoridades suizas, con la coima declarada por Josef Maiman de 10 millones de dólares, tendremos seis proyectos que están fuera del acuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht. Esto al margen de otros pagos de obras que ya están incorporadas en el acuerdo, como en la Línea 1 del Metro de Lima (tramos 1 y 2), Interoceánica Sur, Corredor Costa Verde – Callao y Vía de Evitamiento del Cusco.

A lo anterior, añadimos Rutas de Lima de los famosos peajes y la carretera Carhuaz- Chacas-San Luis (Áncash). Como es público, Odebrecht solo aceptó sobornos en dos proyectos grandes, Interoceánica Sur y Línea 1 del Metro de Lima que, dicho de paso, ya estaban confirmados con antelación, además en dos pequeñas obras viales como son la Costa Verde del Callao y la Vía de Evitamiento del Cusco. Cuatro en total, de un paquete de más de 70 obras que la transnacional brasileña ejecutó en el Perú y de los cuales alrededor de 20 son recientes y relevantes en las que estarían probadas las coimas a las autoridades peruanas.

CONSOLIDADO

El portal Convoca.pe, al desarrollar la información procedente de Ecuador, informó de un consolidado de 47 transferencias de dinero de la contabilidad paralela de la transnacional carioca entre marzo y diciembre de 2014.

“Y otros seis pagos vinculados a Jorge Barata y Ricardo Boleira, exdirectivos de Odebrecht en el Perú, que se efectuaron ese mismo año. En total, se identificaron 53 transacciones de la ‘Caja 2’ de la compañía referidos al Perú” por cerca de 9 millones de dólares.

Ante esta avalancha de información nueva, que no le ha costado nada al erario nacional, tanto Odebrecht, mediante comunicado, como su superintendente Mauricio Cruz, en entrevista con La República, aseguran que esa información del Departamento de Operaciones Estructuradas –léase gerencia de coimas–, que data del año 2014, fue entregada al equipo de fiscales del caso Lava Jato el 12 de junio de este año.

El comunicado de Odebrecht ha precisado que la mayoría de las transferencias son “pagos a terceros”, sea consultorías o contrataciones de técnicos que habrían solicitado el desembolso de sus pagos a través de empresas ‘offshore’, algunas de ellas mediante triangulaciones en países tan lejanos como la India, práctica que obviamente también es ilícita por incurrir en evasión tributaria.
“Dichos documentos siguen en proceso de revisión, pero fueron parcialmente entregados el último 12 de junio, siendo que en dicha entrega está la plantilla que viene siendo divulgada en los medios de comunicación”, dice el comunicado de Odebrecht.

CONTROL DE DAÑOS

Los expertos que han seguido el caso, como Manuel Romero Caro, no descartan que dicha información haya sido conocida con anterioridad por los fiscales del caso Lava Jato, quienes se dieron tiempo para dar forma a un “control de daños” respecto de lo que ha llegado del Ecuador.

El citado superintendente tiene el mismo libreto. Si bien es cierto que se han revelado pagos en obras no incluidas en el acuerdo de colaboración, estos “no necesariamente son sobornos”, afirma.
La prensa concentrada, capitaneada por El Comercio, se suma con un temperamento permisivo. “Como han informado en distintos momentos los fiscales y procuradores que participaron en su confección, el acuerdo de colaboración con Odebrecht no descarta la posibilidad de que la constructora haya delinquido en proyectos distintos a los comprendidos en él”, señala en su editorial del sábado 29 de junio. Pero todo tiene solución en el marco del acuerdo, añade.

Sin embargo, olvida que en toda esta trama es obvio que el principal argumento de los impulsores del acuerdo de colaboración fue que Odebrecht al fin declararía toda la verdad. Incluso en el Congreso las bancadas de la izquierda oficialista remarcaban que más importante que el dinero (reparación civil) era que el país entero sepa la verdad de los corruptos y que los ejecutivos de Odebrecht no podrían violentar este principio a riesgo de terminar en la cárcel.

Y no podían mentir, según el principal impulsor mediático del acuerdo, Gustavo Gorriti, de IDL-Reporteros, porque en las nuevas circunstancias Odebrecht es “una compañía que se encuentra ahora en profundo proceso de reforma y que hoy colabora plenamente en la tarea de identificar la corrupción y los corruptos” (IDL-R, “Hipócritas y bribones”, 23/1/19).
El argumento central de que la constructora carioca no mentiría y que colaboraría totalmente se parapetó en que por lo menos conoceríamos la verdad de los cuatro proyectos comprendidos en el acuerdo, sin importar que el resto quedara en el limbo, porque para los entendidos estaba claro que la Fiscalía no estaba capacitada de hacer sus investigaciones propias sino que solo se basaba en los declaraciones de los colaboradores eficaces y en información procedente de Brasil o del exterior.

Al parecer, ahora que hay nuevos indicios de sobornos en otros proyectos, y sobre todo en el gasoducto, la operación ‘Lava cara’ quiere dejar de lado las mentiras reiteradas de Odebrecht y de sus ejecutivos.

Está en la tarea de vender las idea de que si aparecieran nuevos indicios, como los provenientes del Ecuador, sobre la existencia de otras obras adjudicadas gracias al pago de coimas, “la fiscalía podía –y puede ahora– válidamente acordar con la firma brasileña un nuevo paquete de colaboración y el incremento de la reparación civil (cifrada, hasta el momento, en S/ 610 millones)”.

"De ser el caso, inclusive, los fiscales podrían iniciar un proceso penal contra los ex integrantes de la empresa –hoy beneficiados por el acuerdo– si se llegara a comprobar que mintieron en relación con la comisión de delitos en otros proyectos”, dice el diario de los Graña y Montero.

Este temperamento permisivo colisiona con el espíritu de las investigaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), de la que forman parte los periodistas Andersson Boscán y Sasha Chavkin.

“Si Odebrecht, por el motivo que sea, retuvo información sobre sus delitos a las autoridades, las consecuencias podrían ser terribles. ‘Si el gobierno se entera después del hecho, podría hacer estallar los términos del acuerdo’, dijo Jessica Tillipman, decana asistente de la Escuela de Derecho de la Universidad George Washington que se especializa en contratos gubernamentales y cuestiones anticorrupción”, cita Chavkin, en una amplio reportaje introductorio de la serie “División de soborno”, con el título “La fuga expone millones de dólares en nuevos pagos en el escándalo de efectivo por contratos de Odebrecht”.

Dicho de otra forma, si los pagos relacionados con la concesión del Gasoducto del Sur han sido sobornos, esto afectará gravemente el acuerdo con la transnacional del delito

DISTRACTIVOS

Entre tanto, la operación ‘Lava cara’ prosigue con el silencio calculado de los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela, quienes no solo han adelantado viajes a Israel, para interrogar a Maiman, sino que también adelantarían los interrogatorios sobre el gasoducto en Brasil, amén de distraer a la opinión pública con el impedimento de salida del país del exalcalde Luis Castañeda Lossio.
Algo así como los distractivos anteriores de centrar sus investigaciones en funcionarios de segundo nivel, como en el caso del Tren Eléctrico, y en los aportes de Odebrecht a los partidos para centrar las cacerías en Keiko Fujimori y Alan García.

“No hubo solicitudes de dinero por parte de funcionarios ni ofrecimientos por parte de nosotros”, declaró Jorge Barata cuando se le preguntó si la compañía transnacional había coimeado por el mencionado proyecto valorado en más de 7 millones de dólares, según publicó un semanario local en abril de este año.

La madre del cordero: el gasoducto

En todo ese paquete la madre del cordero está obviamente en el caso del Gasoducto del Sur, con mayor razón si figuran 17 pagos relacionados con la concesión –adjudicada durante el gobierno de Ollanta Humala– valorizados en 3 millones 70 mil dólares.

¿Quién, en su sano juicio, podía pensar que estando ya de por medio dos casos abiertos en la misma Fiscalía por tráfico de influencias y negociación incompatible, no habría coimas en el Gasoducto del Sur, el principal megaproyecto de 7,400 millones de dólares?

No solo la sospecha sino esa realidad ya estaban descritas en el informe Pari y con mayor detalle en el informe de la comisión Bartra. Toda esa data debía poner en alerta al sistema de justicia. Pero no pasó nada.

La operación ‘Lava cara’, según los especialistas, es clave para Odebrecht porque es el único proyecto que tiene en su contrato la cláusula anticorrupción. Esto implica que si se prueban los sobornos anunciados, la concesión y toda la infraestructura pasan al Estado.

Las consecuencias llegarían al exterior, es decir a los dos arbitrajes que ha abierto la empresa contra el Perú, tanto en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), de Estados Unidos, y ante una corte de Luxemburgo, de la española Enagas y de Odebrecht, respectivamente, donde está de por medio más de 2,000 millones de dólares, cifra clave para la sobrevivencia de una empresa que obviamente puede quebrar.

Aparecen más ‘codinomes’

Ayer ‘Panorama’ comenzó a desagregar mayor información que habría ocultado Odebrecht. Tal es el caso de la obra Saneamiento Iquitos, donde la empresa Sedaloreto pagó S/ 118 millones. De acuerdo con el servidor, Jorge Barata pagó un millón 258 mil 200 dólares al codinome ‘Rio’. De igual manera, el ejecutivo Olivio Rodrigues pagó a ‘Pescador’ US$120 mil en una de los tantas obras mencionadas en el reportaje.

(Fuente www.expreso.com.pe)

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