Por Roberto Rendón Vásquez
Una de las personalidades importantes que con motivo de realizarse en Lima el Foro de la APEC 2024, ha sido el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping. La R.P. China se constituyó el 01/10/1949 y actualmente (en 75 años) está considerado como la economía más importante del mundo.
Conocí China en agosto de 1962, entonces su población era pobre. Tenía 541 millones de habitantes. Según estimaciones de la ONU, en 1947 la renta per cápita china era de US$ 40 dólares al año. En 1961 se inició la depresión deshaciéndose las grandes comunas agrícolas. Supe que ese año se produjo la ruptura con la URSS cancelando proyectos iniciados con su cooperación reduciéndose las metas de crecimiento. Entre 1959 y 1961 hubo una bajada de la producción agrícola y sobrevino fuertes hambrunas. Su situación económica no era alentadora. Años después, en 1978, se inicia el programa de reformas económicas llamado "Socialismo con características chinas" dirigido por Deng Xiaoping. La meta de la reforma económica china era transformar la economía planificada para generar un fuerte crecimiento económico e incrementar el bienestar del pueblo. Hubo la apertura del China a la inversión extranjera y el permiso a emprendedores de iniciar empresas. Al final del 70 y principios del 80 se des-colectiviza la agricultura y se produce la apertura del país a la inversión extranjera constituyéndose empresas que comienzan la producción de mercaderías para los mercados internacionales y chinos. Al final de los 80 y 90 se involucra la industria pesada pero permanecen los monopolios públicos en sectores como la banca y el petróleo. El sector privado creció notablemente, reflejando casi el 70% del PIB de China para 2005; de 1978 y al 2010, alcanzo sin precedentes su crecimiento, con el aumento de la economía en 9,5% anual.
El crecimiento económico de China se produce con el desarrollo de un sector manufacturero competitivo y orientado al exterior. Más de la mitad de las exportaciones chinas las realizan empresas con capital extranjero. Su crecimiento económico se sustenta en una enorme dotación de trabajadores con salarios, aunque bajos se van incrementando, la extraordinaria tasa del ahorro e inversión, el impulso a las exportaciones chinas y la afluencia de capital directamente extranjero.
Las empresas extranjeras han repercutido en la aceleración del crecimiento de sus exportaciones. Se han instalado muchas fábricas y se ha atraído mano de obra calificada sobre todo en las zonas costeras donde está la mayoría de las industrias. China sigue siendo un atractivo a las empresas pues demandan mano de obra. China es el mayor productor mundial de ciertos de productos. Ejemplos: en 2019, China fue el mayor productor de vehículos en el mundo (25,7 millones) y el mayor productor de acero (996,3 millones de toneladas). El 2016, produjo la mitad de los zapatos del mundo y fue el mayor exportador. Tiene la industria electrónica más grande del mundo. Exporta productos textiles y hasta juguetes o productos de plástico.
Hasta el turismo a China se ha incrementado. El 2018 recibió más de 62 millones de turistas y sus ingresos fueron de U$ 40,300 millones. La industria turística es una actividad económica que genera otras actividades productivas como la hotelería que requiere mano de obra y provisión de diversas mercaderías, así como establecimientos de restaurantes, movilidad interna, etc. Se informa que, de enero a septiembre del 2024, China recibió casi 95 millones de turistas.
China al 2023 tenía una población de 1,411 millones.
Es interesante conocer como la actual China ha logrado tantos progresos. Sus cambios se debieron fundamentalmente a la apertura para que empresarios inviertan en constituir empresas para la producción de bienes. Con ello no solamente requieren muchísima mano de obra racionalmente remunerada con la que mejoran sustancialmente el bienestar de las familias y aportan al erario nacional y con lo que se sufragan los servicios públicos. Es un ejemplo que debe considerarse.
Muchas voces reiteradamente en el Perú invocan a los políticos electos para los Poderes Legislativo y Ejecutivo que, superando sus “divergencias”, evidencien que hay garantía y respeto a los empresarios nacionales y extranjeros que inviertan en nuestro país. Generaran ingente cantidad de mano de obra, se combatirá la informalidad y la pobreza y el erario nacional será eficiente.