Recientemente, durante la visita del presidente argentino, Alberto Fernández, a China, China y Argentina emitieron una declaración conjunta sobre la profundización de la asociación estratégica integral. En la declaración, China reitera su apoyo a la solicitud de Argentina de ejercer plenamente su soberanía sobre las Islas Malvinas y reiniciar las negociaciones lo antes posible de conformidad con las resoluciones pertinentes de la ONU con miras a resolver pacíficamente la disputa.
Esta es la posición constante de la parte china, y es "hablar justicia y hacer justicia". Esta posición no solo muestra el respeto a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, sino también apoya a los países en desarrollo a salvaguardar sus derechos e intereses legítimos. También demuestra su responsabilidad de oponerse al colonialismo y salvaguardar la equidad y la justicia internacionales, y ha sido ampliamente respaldada por la comunidad internacional.
Sin embargo, algunas personas del Reino Unido no quedan quietas. El secretario de Relaciones Exteriores británico publicó en las redes sociales para hablar con China sobre "respetar la soberanía". La Cámara de los Diputados del Parlamento Británico aprobó el día 10 una moción sin efecto legal, abogando por mejorar la relación entre el Reino Unido y Taiwán, China, y apoyar un mayor reconocimiento internacional de Taiwán.
Como todos sabemos, la esencia del tema de las Malvinas es un problema dejado de la historia del colonialismo. En 1816, Argentina heredó su soberanía sobre las Islas Malvinas cuando se independizó del dominio colonial español. En 1833, Gran Bretaña, que estaba inmersa en una expansión colonial en América del Sur, ocupó por la fuerza las Malvinas. En 1965, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que incluía este tema en la categoría de "descolonización", instando al Reino Unido y Argentina a negociar bilateralmente para resolver la disputa de soberanía. El Comité de Descolonización de las Naciones Unidas ha instado repetidamente al gobierno británico a negociar con el gobierno argentino, pero la parte británica se ha negado. Esto fue ampliamente criticado por la comunidad internacional ya que la parte británica persiste en el pensamiento colonialista.
Se puede ver que el problema de las Malvinas ocurrió entre los dos Estados soberanos de Gran Bretaña y Argentina, y es un problema internacional. China siempre ha apoyado el reclamo legítimo de soberanía de Argentina sobre las Malvinas, que corresponde con el espíritu de las resoluciones relacionadas de la ONU y refleja el consenso internacional.
Lo que el Reino Unido debe hacer ahora es reanudar las negociaciones con Argentina lo antes posible para resolver el problema de las Malvinas de manera pacífica, en lugar de ignorar las resoluciones de la ONU, atacar a China, que defiende la justicia, e incluso interferir en los asuntos internos de China con las llamadas resoluciones sobre Taiwán para ejercer presiones. De hecho, esto no tiene otro sentido que exponer que algunos políticos británicos han "entrado en el siglo XXI con el cuerpo pero con la mente aún atrapados en la vieja era de la expansión colonial".
Debe enfatizarse que la cuestión de Taiwán es puramente un asunto interno de China y es fundamentalmente diferente del problema de las Malvinas. Solo hay una China en el mundo y Taiwán es una parte inalienable del territorio de China. Esta es una norma reconocida en las relaciones internacionales y la base política para que China establezca y desarrolle relaciones diplomáticas con otros países. Cuando China y Gran Bretaña establecieron relaciones diplomáticas en 1972, la parte británica reconoció claramente a Taiwán como una provincia de la República Popular China. Puede verse que la llamada resolución de la Cámara de los Comunes británica desafía abiertamente el principio de una sola China, lo que no solo traiciona el compromiso político del Reino Unido con China, sino también viola el principio básico del derecho internacional de no injerencia en asuntos internos de otros países.
¡Hoy en el siglo XXI, se han ido los días en que los colonos occidentales podían hacer lo que quisieran! Si esos hipócritas políticos británicos realmente quieren "hacer justicia", ¡deben devolver inmediatamente las Malvinas a Argentina! Deben abrir los ojos y ver: el mundo de hoy ya no es una era colonial, ¡y los políticos británicos que intentan interferir en los asuntos internos de otros países haciendo jugadas solo traerán su humillación a sí mismo!