Por: Sebastian Garaycochea Gomez de la Torre
Punto de Encuentro se reunió con el Secretario General de la Confederación de Trabajadores del Perú (CTP), Benigno Chirinos y con el Secretario General de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Gerónimo López para conversar sobre la posición de los trabajadores ante las medidas sanitarias y económicas planteadas por el gobierno frente a la pandemia del COVID - 19. También conversamos sobre la realidad de los trabajadores en el Perú y la dirección de las políticas públicas esperadas por las grandes centrales de representación de los trabajadores.
El panorama laboral en el Perú antes de la pandemia, a groso modo, constaba de una masa laboral con un índice de desempleo promedio de aproximadamente 10%. Al contrastarlo con la región con la región, este índice es relativamente bueno. Incluso si se toma en cuenta el 15% de desempleo juvenil, conforme señala la OIT, el Perú no pareciera estar particularmente conflictuado en materia laboral. El problema, por el contrario, es más profundo.
Gerónimo López considera que, de la masa empleada, alrededor del 70% se desempeña en un puesto de trabajo informal.
“Estos puestos de trabajo provienen de pequeñas y medianas empresas que desconocen los derechos laborales. Existe mucha informalidad en la micro y pequeña empresa”, remarca López.
“Mientras que en la mediana y gran empresa formal es frecuente ver que ellos son quienes incumplen con los derechos laborales de un importante número de trabajadores a través de la utilización fraudulenta de diferentes mecanismos como la contratación por recibo por honorarios, las servis y la tercerización que tanto daño hace al país”, concluye.
El gobierno ha propuesto regímenes laborales especiales como un mecanismo para fomentar la formalización. El dirigente de la CGTP se pronuncia sobre estos regímenes laborales diferenciados del siguiente modo:
“Contamos con muchos regímenes laborales discriminatorios como el de la micro y pequeña empresa, el del régimen agrario, el de los textiles, entre otros. Estos no han servido para reducir la informalidad y lo único que han logrado es que las grandes empresas ganen cuantiosas sumas de dinero. No cabe duda que mediante un régimen laboral precario estas empresas aprovechan en explotar al trabajador de a pie.”
Por su parte, Benigno Chirinos de la CTP comenta que las centrales sindicales han sido “paseadas” por el gobierno de Martín Vizcarra.
“La CTP ha presentado una agenda laboral comprensiva, que contempla estos puntos ante el Presidente de la República, Martín Vizcarra y el Primer Ministro, Vicente Zevallos. Esta se ha presentado el año pasado, el 28 de setiembre, luego el 31 de marzo de este año y finalmente el 8 de junio. Sin embargo, no hemos recibido respuestas y acciones concretas por parte del gobierno ante nuestros reclamos".
La CTP está buscando el diálogo con el gobierno para poder sacar adelante esta situación, pero el gobierno se rehúsa a escuchar a los trabajadores. En la última reunión del 8 de junio le dijimos al Primer Ministro que su política de salud era un fracaso total. El pueblo hizo su trabajo, el gobierno no hizo lo suyo. Comparemos sino los resultados con los de Colombia y Argentina.
Asimismo, le dijimos al premier que su política de reactivación también era un fracaso monumental. Totalmente “fondomonaterista” que, de los 70 mil millones de soles destinados a la reactivación, 70% terminó en manos de los grupos neoliberales mercantilistas de la CONFIEP y la SNI. Se ha dejado de lado a la pequeña y mediana empresa.
Ante la pandemia y subsecuentes medidas económicas, es evidente que se van a perder miles, sino millones de puestos de trabajo. Según Benigno Chirinos, en este momento ya se han perdido 2 millones de puestos de trabajo. En ese sentido, se esperaba una respuesta contundente por parte del gobierno para proteger a los trabajadores, como se anunció faranduleramente en los mensajes de Vizcarra al inicio de la pandemia.
La realidad ha demostrado que esas esperanzas no fueron satisfechas por el gobierno. Ambos representantes sindicales coinciden en que el enfoque de reactivación del gobierno ha beneficiado prioritariamente a las empresas allegadas a la CONFIEP, las que tienen arrinconadas al gobierno.
Ambos dirigentes reportan, además, que muchos de sus trabajadores no han sido alcanzados por los bonos y cuestionan que a las empresas se les facilite dinero mientras que a los trabajadores se les ha empujado a servirse de sus ahorros, ya sea en forma de CTS o de AFP.
Consultados sobre la reactivación económica, ambos dirigentes presentaron preocupaciones relevantes respecto a las actitudes tomadas por el gobierno. Aunque ambos dirigentes coinciden en la necesidad primordial de reactivar la economía para poder asegurar los ingresos de los trabajadores, también concuerdan en que se ha relegado a los trabajadores en la elaboración de los protocolos y el proceso de reactivación no ha considerado el bienestar de los trabajadores. Se señala incluso que algunos sectores han abierto antes de tiempo.
Benigno Chirinos manifestó que “Todos los protocolos de reactivación han sido impuestos, sin ser consensuados con los trabajadores. El MEF convoco a una comisión para consensuar estos protocolos y dejó de lado a los trabajadores. La comisión fue una farsa. Los trabajadores recibimos protocolos hechos para darles el visto bueno, sin poder participar en su elaboración.”
Por su parte, Gerónimo López señaló que “el gobierno ha modificado la edad de riesgo de contagio de 60 a 65 años. Esto expone a una población vulnerable a contagios que pueden tener consecuencias fatales.”
“También se ha modificado el índice de masa corporal considerado de riesgo. Ambas modificatorias son contrarias a los lineamientos planteados por la OIT para el desarrollo de estos protocolos. Lamentamos la partida del Secretario General del sindicato de pescadores “José Olaya” de Chimbote, quien murió por COVID tras contagiarse en la embarcación en la que trabajaba. Ese protocolo lo han hecho como les da la gana. La SNP está desesperada por hacer el negocio del siglo con los altos precios de harina de pescado. Les importa poco la vida de los trabajadores y también han hecho protocolos sin escucharnos.”, complemento Chirinos de la CTP.
Ambos representantes de las centrales de trabajadores más importantes del país coinciden en que la estrategia dirigida por el Ministro Víctor Zamora ha fracasado. Aunque consideran que debe darse un recambio en la dirigencia de la estrategia de control del contagio que alcance a Fiorella Molinelli de EsSalud y al Ministro Zamora, ambos coinciden en que no basta con eso. Debe reorientarse la política de salud en el país. De lo contrario, será imposible controlar la vigente pandemia.
“Ambos deben renunciar. Esta es una bandera que la CTP impulsa desde hace tres meses. La última reunión presencial la tuvimos el 31 de marzo. En esa fecha, planteamos la necesidad de que se haga un convenio humanitario con la República China. Esto era lo estratégicamente correcto, considerando lo que se venía. En Italia se hizo esto, aprovechando la necesidad de los chinos de limpiarse la cara ante el mundo. Pero se nos dijo que acá se iba a seguir la estrategia coreana".
Les dijimos también que compren pruebas moleculares, ya que las pruebas rápidas se demostraron como un fracaso. España las devolvió porque no servían. Se dijo que eran pruebas complementarias. Pero, ¿a qué prueba complementaban? a las moleculares. En Colombia y Argentina ya están comprando solo moleculares. Ellos se están armando bien. El ejemplo español es suficiente para saber que las pruebas rápidas son inservibles. Empero, se insistió con las pruebas rápidas.
Lo mismo sucedió con la compra de EPPs. Les dijimos en aquella ocasión que debían comprarse ya. En vista que en Europa estaban escaseando y era previsible que eso pase acá también. Entonces, el 8 junio, cuando nos reunimos de nuevo y vimos los resultados, las cifras, las carencias y los muertos, concluimos que han fracasado en la política de salud. Se debe proceder como se hizo en Chile, se tiene que reorientar la política de salud, pedirse disculpas a la población e investir a un nuevo ministro. Se nos dijo, soberbiamente, que la política tomada previno la muerte de 100,000 personas más. Esto no se fundamentó de ningún modo, como si los trabajadores fuéramos ingenuos. La justicia y la historia los van a juzgar. Se tiene que ir Zamora, Molinelli y Vizcarra por ser los causantes de esta catástrofe sanitaria y económica. Los peruanos hicimos aislamiento social dentro de lo razonable y posible, el gobierno nos falló. Los números demuestran que la estrategia ha fracasado y todos ellos se deben ir.” sentencia Chirinos.
En cuanto al manejo de bonos, que se presentaba como un mecanismo de ayuda que iba a inyectar el gobierno directamente en los bolsillos de los trabajadores, Gerónimo López plantea lo siguiente:
“Los bonos no han llegado a todos. Y los créditos pensados para los trabajadores se han dado a las empresas. Las empresas formales no son mediadores para apoyar a los trabajadores formales, por el contrario, muchas de ellas se han beneficiado de las medidas con ese pretexto como ya lo hemos anotado".
Nosotros hemos planteado que se otorgue un bono universal hasta fines de este año. La gente necesita recursos, ya que el hambre y la miseria comienzan a surgir, la única manera de prevenir esta grave situación de manera concreta y rápida es entregando un bono adicional verdaderamente universal a los mayores de 18 años, identificados con el DNI y a través de los diversos mecanismos de entrega.
Esta es una medida urgente y representa un monto mucho menor de los que se ha destinado al “rescate” de las empresas, al financiamiento de las planillas y préstamos a las AFP.”
El diagnóstico de ambos representantes, quienes demostraron tener muchas más coincidencias que desacuerdos, apuntó que la situación laboral en el Perú está en crisis. Esta necesita de un cambio conceptual de 180 grados, el cual debe reflejarse en una nueva Constitución. Este cambio no debe contemplar únicamente el extremo laboral y económico, sino que debe alcanzar a ser una refundación política y ciudadana de la forma en la que nos concebimos como nación. Los trabajadores tienen las ideas claras y saben lo que quieren. Es hora de que el gobierno deje de postergar sus reclamos y abra caminos efectivos para llegar a soluciones.
El mundo nos ha provisto de ejemplos en los que los Estados resuelven sus problemas a través del diálogo y como pueden ser destruidos hasta sus mismos cimientos si es que estas puertas no se abren. ¿Que tipo de ejemplo queremos dar al mundo?