Bajo el lema «recuperemos el derecho a tener elecciones», una nueva jornada de movilizaciones discurrió ayer en Moscú en protesta por la exclusión de todos los candidatos opositores a las elecciones a la Duma local (asamblea legislativa) que tendrán lugar en la capital rusa el próximo 8 de septiembre. Esta concentración, al igual que las llevadas a cabo el sábado 27 de julio y el domingo 21, no fue autorizada. Por eso, la Policía volvió a emplearse a fondo con los manifestantes, aporreándoles con dureza y practicando arrestos masivos. Según el Ministerio del Interior ruso, a la marcha acudieron unas 1.500 personas aunque los organizadores hablan de 5.000.
Ya por la tarde, cuando el acto aún no se había disuelto y cientos de personas continuaban gritando consignas a lo largo del céntrico Anillo de los Bulevares, las plazas Pushkin y Trúbnaya y la calle Arbat la cifra de detenidos superaba ya los 600. El sábado anterior, el número de arrestos se aproximó a los 1.400.
Antes de que tuviera tiempo de unirse a las protestas, fue detenida al intentar subir a un taxi Liubov Sóbol, activista opositora y abogada de Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), organización creada por el también jurista y principal crítico del presidente Vladímir Putin, Alexéi Navalni. La candidatura de Sóbol, que lleva 20 días en huelga de hambre, también ha sido rechazada.
Navalni que fue condenado a 30 días de prisión administrativa el pasado 24 de julio por llamar a participar en las movilizaciones a fin de forzar a las autoridades a registrar todas la candidaturas a los comicios del 8 de septiembre, ha denunciado un intento de envenenarle en la misma prisión. Hace una semana tuvo que ser hospitalizado con una fuerte erupción cutánea en los párpados, pero fue dado enseguida de alta y volvió a la celda.
Otros opositores, también apartados de su derecho a ser candidatos, han sido sentenciados en los últimos días a penas de prisión menor. Tal es el caso de Dmitri Gudkov y de Ilía Yashin. Ayer, entre el más de medio millar de detenidos, además de Sóbol, fueron enviados a comisaría varios periodistas, el corresponsal del canal Dozhd, Vladímir Romenski, que no tuvo tiempo ni siquiera de entrar en directo para informar de la protesta. Otros dos corresponsales, el de Snob, Nikita Pavliuk-Pavlichenko, y Elena Vánina del diario Védomosti, fueron también arrestados por el simple hecho de desarrollar su labor informativa.
De las casi 1.400 personas arrestadas el sábado 27 de julio, 88 han sido puestas a disposición judicial bajo la acusación de "disturbios masivos", delito que puede castigarse con hasta 15 años de cárcel, y 332 fueron multadas. Además, el Comité de Instrucción ha abierto una investigación para determinar si el Fondo de Lucha contra la Corrupción de Navalni y Sóbol ha blanqueado dinero.
El domingo día 21 de julio salieron a la calle en la capital rusa unas 22.000 personas, acción que hizo recordar las multitudinarias concentraciones de finales de 2011 y comienzos de 2012 en contra de que Putin presentase su candidatura de nuevo a unos comicios presidenciales. Por eso y tras los llamamientos de la oposición a continuar con las protestas, hubo registros en las sedes de varias organizaciones opositoras, mensajes intimidatorios y arrestos preventivos.
(Fuente www.abc.es)