Guillermo del Toro levanta el Oscar a mejor director, mejor película, banda sonora y diseño de producción. Frances McDormand («Tres anuncios en las afueras») y Gary Oldman («El instante más oscuro»), mejores intérpretes.
Avanzaba la noche de los Oscar y las reivindicaciones tan esperadas se iban repartiendo como los premios. ¿O era al revés? «Tres anuncios en las afueras» empezaba fuerte con actor secundario y después se frenó en seco; cogía el testigo el equipo de «Dunkerque» con algunos de los premios técnicos y más tarde «Blade Runner 2049» rascaba bola de manera inesperada con otra tanda de premios «menores»… Y mientras gritos de ¡Viva México!, exigencias de igualdad, alguna pulla política descafeinada del presentador Jimmy Kimmel y varias actuaciones musicales. Hasta que llegó el momento final y todo se equilibró: Mejor película para «La forma del agua», de Guillermo del Toro, que también se llevó el premio a mejor director. La fábula del mexicano con una protagonista muda que se enamora de un mutante conquistó al universo de Hollywood.
En el apartado de actores no hubo sorpresas: Frances McDormand («Tres anuncios en las afueras») se llevó el de mejor actriz, Gary Oldman («El instante más oscuro») mejor actor, Sam Rockwell («Tres anuncios en las afueras») el de reparto masculino y Allison Janney («Yo, Tonya») su equivalente femenino. Nadie se ha hecho rico apostando en este apartado.
«Soy un inmigrante, como Alfonso [Cuarón] y Alejandro [González Iñárritu], como Gael [García Bernal] y Salma [Hayek]», dijo orgulloso Guillermo del Toro después de que un mexicano ganara por cuarta vez en cinco años el Oscar a mejor director. Pese a todo, no fue el discurso más emocionante ni reivindicativo de la noche. Ese honor, el de ser recordada, lo agarró fuerte Frances McDormand, que pidió a todas las mujeres nominadas que se pusieran de pie para después exigir a los productores y demás invitados en el Teatro Dolby que les permitan contar sus historias: «No hablen con nosotras en las fiestas, hablen con nosotras en los despachos». Ovación cerrada, quizá la mayor de la noche. Y eso que era una gala en la que se esperaban ese tipo de discurso fáciles de aplaudir pero más difíciles de secundar.
Los derrotados
Pero en este mundo donde se busca la cara negativa, o al menos la que más fácil sea de destripar en las redes, todos terminaron mirando a «El hilo invisible», que solo se llevó el premio de diseño de vestuario de las seis candidaturas a las que optaba, y a «Lady Bird», que se quedó a cero pese a optar a cinco. Aunque viendo la cara de nervios e ilusión de Greta Gerwig al inicio de los Oscar, quizá el mero hecho de la nominación colmaba las expectativas de una película pequeña que se peleó hasta el final con lo más poderoso del cine en 2018.
Pero dejando a un lado las desilusiones de los Oscar, hay que apuntar lo descafeinado (y hace falta mucha cafeína para seguir los Oscar en la madrugada de España) de una ceremonia que fue menos contestataria de lo prometido. Se escuchó el grito de ¡Viva México! tras ganar «Coco» mejor película de animación y los muchos mexicanos que ganaron loaron las ventajas de la inclusión y la mezcla de culturas, pero no hablaron de los «dreamers», quizá la bala más polémica que Donald Trump ha disparado contra los inmigrantes.
Los discursos de las mujeres en el año del #MeToo y del #Time'sUp tampoco levantaron las ampollas que prometían las intérpretes más populares. La Academia se encargó de rebajar el entusiasmo al pedir que no se fuera de negro y convenciendo a actrices como Jennifer Lawrence (que no soltó la copa de vino en toda la noche) de que no organizaran ningún espectáculo que quitara el protagonismo a las películas. Al tiempo, la Academia coló sobrerrepresentación femenina para que no le pudieran acusar de nada: Emma Stone (mejor actriz en 2017) entregó el premio al mejor director, Helen Mirren y Jane Fonda al mejor actor (le correspondía en realidad a Emma Stone) y Jennifer Lawrence y Jodie Foster a la mejor actriz. Una decisión insólita pero motivada por la ausencia de Casey Affleck, que no quiso entregar el premio que le correspondía tras ganar en 2017 para que sus acusaciones de acoso sexual no hicieran más ruido del debido.
Y entre protestas, aplausos y demás tópicos de las galas se coló un dignísimo James Ivory, que a sus 89 años se convierte en la persona de más edad en lograr un Oscar. Lo hizo por su guión de «Call me by your name», y con una entereza impecable se acordó de sus padres y de cómo le educaron, y del primer amor que pasó por su vida hace demasiadas décadas pero al que sigue recordando y que le ayudó a escribir el guión que precisamente narra ese fuego primigenio. Y quizá ese sea el mejor homenaje de una noventa edición de los Premios Oscar que quiso homenajear al Hollywood clásico en todos los vídeos que emitían entre premio y premio y que apenas consiguió conmover ni emocionar. Si hasta se echó de menos un nuevo fallo de Warren Beatty, al que le temblaron las manos al abrir el sobre de mejor película que, esta vez sí, era correcto: «La forma del agua».
Mejor película
La forma del agua
Mejor Director
Guillermo del Toro (La forma del agua)
Mejor Actor Protagonista
Gary Oldman (El instante más oscuro)
Mejor actriz protagonista
Frances McDormand (Tres anuncios en las afueras)
Mejor actor secundario
Sam Rockwell (Tres anuncios en las afueras)
Mejor actriz secundaria
Allison Janney (Yo, Tonya)
Mejor guion original
Déjame salir
Mejor guion adaptado
Call me by your name
Mejor película de animación
Coco
Mejor película extranjera
Una mujer fantástica (Chile)
Mejor banda sonora
La forma del agua
Mejor canción
Remember me (Coco)
Mejores efectos especiales
Blade Runner 2049
Mejor montaje
Dunkerque
Mejor fotografía
Blade Runner 2049
Mejor maquillaje y peluquería
El instante más oscuro
Mejor diseño de producción
La forma del agua
Mejor diseño de vestuario
El hilo invisible
Mejor sonido
Dunkerque
Mejor montaje de sonido
Dunkerque
Mejor película documental
Icarus
Mejor cortometraje de animación
Dear Basketball
Mejor cortometraje de ficción
The Silent Child
Mejor cortometraje documental
Heaven is a traffic Jam on the 405
(Fuente www.abc.es)