El año pasado, Nicolás Lynch Gamero, profesor principal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, publicó su libro titulado “Cholificación, república y democracia. El destino negado del Perú” (Editorial Otra Mirada), cuyo objetivo principal es hacer una propuesta que nos permita desarrollar el Perú con independencia, democracia y justicia social. Para ello, refiere el autor, hay que construir una hegemonía en la sociedad peruana; es decir, una mayoría ciudadana organizada que apunte a la creación de una comunidad política para realizarnos como nación.
Para Lynch, la historia del Perú es una historia de decepciones que tiene como último capítulo de esta saga a la frustración democrática. Prueba de ello es que la vuelta del Estado de Derecho hace década y media no ha significado un cambio sustantivo en la vida de los peruanos.
Sobre este punto, el autor señala que el eje del conflicto peruano es la contradicción étnico/social, donde se funden etnia y clase, que tiene expresión contemporánea en el bloqueo del proceso de cholificación, entendido como el proceso de democratización social que ha vivido el país pero que no llega a convertirse en democracia política con instituciones sólidas de participación y representación.
A partir de este diagnóstico, Lynch aborda la problemática descrita en 24 breves ensayos (interesantes todos), para finalmente, presentar en el epílogo del libro: “El programa para la refundación democrática”. Sin embargo, lo que ahora nos interesa presentar son las tres formas más importantes de hacer y pensar la política, que el autor ha logrado identificar luego de analizar la historia del Perú republicano: 1) La forma reaccionaria; 2) La forma reformista/conservadora; y 3) La forma nacional/popular.
La forma reaccionaria
Es la que suele reaccionar contra toda pretensión de cambio, fue la forma característica del Estado oligárquico (excluyente, racista y dependiente) y de las clases sociales que lo respaldaron, la propia oligarquía costeña y el gamonalismo andino. También es la forma de sus herederos actuales: la gran burguesía social del capital imperialista y la tecnocracia a su servicio, que han entendido la política como exclusión.
Para estos grupos, afirma el autor, la política es un asunto de pocos y para pocos, que debe ser resuelta en una competencia y arreglo entre notables, más allá de si el origen de la misma son las elecciones populares o alguna dictadura cívica/militar. Su imagen de país no es la de un hogar nacional sino la de una plataforma de actividad principalmente económica y eventualmente social, de la que extraen sus recursos pero a la que no le deben nada o casi nada.
La forma reformista/conservadora
Es característica de los intentos demoliberales desde arriba, que buscan integrar limitada y segmentariamente a las mayorías a la economía y a la política en el Perú. Expresa a las clases medias, principalmente a las criollas, que procesan una primera reacción contra la exclusión oligárquica. Esta forma busca la integración del país, pero parcial y muy progresiva, porque la plantea desde la reforma de la dominación total de la oligarquía.
Estos grupos demoliberales, apunta Lynch, no niegan la explotación como dominación clasista, étnico/social y colonial/imperial sino que buscan reformarla por la vía de la legislación y eventualmente de la intervención estatal. La nación tiene como base la hispanidad y el catolicismo, que trae, citando a Víctor Andrés Belaunde, el conocimiento y la base ética, a los que se pueden integrar la morfología social y la estética indígenas. De hecho, para el reformismo/conservador la imagen nacional es un mestizaje en el que lo blanco occidental ordena y asume el legado de los pueblos originarios, apelando a la falsa proximidad como la manera de acercamiento de los peruanos de diferentes ancestros.
A diferencia de los reaccionarios, señala el autor, para esta forma sí es importante la diferencia entre dictadura y democracia solo que el acceso a esta última debe ser selectivamente representativo y no abiertamente participativo. Su perfil antiautoritario le ha permitido jugar un papel importante en las crisis de algunas dictaduras pero sus temores democráticos no la han llevado más allá del reformismo tibio y la democracia precaria.
La forma nacional/popular
Es la que postula que la política es un asunto de todos y para todos y por esa razón da origen a la política moderna en el Perú. Es expresión de las clases medias radicalizadas, así como de los trabajadores e informales urbanos y rurales, y de los pueblos originarios tanto andinos como amazónicos. Como forma inclusiva por excelencia es la que reclama nación y justicia a lo largo de nuestra historia republicana. Su año mítico de nacimiento es 1930 porque es cuando los herederos de la colonia ya no pudieron apelar a ningún consenso para seguir gobernando y tuvieron que recurrir reiteradamente a la fuerza.
Para Lynch, el objetivo de la forma nacional/popular es constituir una comunidad plural, a partir de nuestra más antigua tradición, para todos los peruanos. El desarrollo para esta propuesta debe basarse en el trabajo decente y la inversión nacionales, dejando de lado la servidumbre, el trabajo gratuito y la represión del salario, contando con la colaboración pero nunca subordinados a intereses foráneos.
La nación, refiere el autor, para lo nacional/popular se resuelve en la choledad, que no es ya la mezcla subordinada al legado colonial, sino la democratización producida por los pueblos originarios a partir de la captura y transformación de la sociedad criolla en una sociedad chola, en su proceso de migración del campo a la ciudad.
Apunte final
Como es de suponer, este libro se inscribe y apuesta por el desarrollo de la forma nacional/popular, contraria a la fórmula excluyente de las dos primeras, que busca ser de masas y en esa visión apuesta por la organización. Por eso, para Lynch, es imperiosa la tarea de construir partidos fuertes y la necesidad de un movimiento social organizado como sustento y vehículo de su acción política, capaz de avanzar en el proceso de democratización social hasta llegar a consolidar una auténtica democracia política para todos los peruanos.
Nota: Recomiendo la lectura de este libro, pues de forma sencilla y clara, nos presenta la manera cómo se ha hecho y pensado la política en el Perú republicano.