A medidas que un cuerpo va rebotando va perdiendo fuerza y velocidad. Por lo visto hasta ahora en la escena política nacional, la autoridad máxima en el Perú viene rebotando desde su primer día de mandato. Pero, para ser precisos en el caso de Pedro Castillo Terrones: ¿Realmente alguna vez tuvo fuerza moral y veloz perspicacia?
Los peruanos y peruanas nos hemos acostumbrado, en estos casi 6 últimos años a sobrevivir con presidentes fallidos, no hay intuición de gobierno. La cereza del pastel la han puesto los prístinos cojudignos quienes con mucha memoria -pero memoria de chorlito- se olvidaron de las amenazas que previamente dotaban a un candidato “sindicalista básico”, como dijera recientemente el congresista oficialista Guido Bellido refiriéndose a Castillo, con lazos muy sospechosos que lo vinculan a brazos gremiales del MOVADEF.
Como si fuera poco horror, durante el primer semestre de la administración de Castillo Terrones, hemos comprobado la nula solvencia del hombre del sombrero para comprender, comentar o discernir sobre cualquier temática de Estado. Este accidentado personaje ha preferido barruntar semioculto y totalmente mudo. ¿Alguien por ahí le habrá sabido decir que mientras más hable más demostraría un analfabetismo funcional? ¿Quizás ‘Puka’ haya brindado tal consejo?
LOS TWEETS DE LA VERGÜENZA
Sin embargo, durante las últimos dos semanas, Pedro Castillo luce una faceta de twittero consumado; de twittero opinólogo y sabio en distintas materias. Quiere que lo vean como ‘hombre de Estado. ¿No sabe que hace el ridículo?
El ejemplo más reciente es su extraviado triunfalismo con el supuesto fortalecimiento de la moneda nacional, el sombrerudo decía: “La fuerte recuperación del valor de nuestra moneda y de los demás activos de nuestra economía, reflejan la mayor confianza de nuestros empresarios en la correcta conducción (…)”. No solo nos queda la duda sobre si Castillo podría argumentar estas palabras en una conferencia de prensa abierta a periodistas independientes de cara a la ciudadanía; pero, además, nos permite observar su ignorancia plena de fenómenos radicales que podrían estar contorneando en las cifras que él considera mérito suyo.
Nos explicamos mejor con este segundo ejemplo. El 14 de enero mismo, como segundo tweet de su corto hilo, mencionó: “Hoy, queridos compatriotas, continuó disminuyendo el precio del dólar y, hasta el día de ayer, la Bolsa de Valores de Lima se viene recuperando de forma sistemática. Seguiremos trabajando por la ciudadanía y en la recuperación de nuestra economía.”, alucinante. Una vez más, se detecta su completo desconocimiento de proceso inflacionarios en los Estados Unidos de Norteamérica que al demandar mayor masa monetaria reproduce un valor disminuido en el papel verde y eso, a su vez, brinda mayor dinamismo en las bolsas bursátiles locales.
Pero tal dinamismo no refleja confianza. ¿Confianza en qué? ¿En el cierre y entorpecimiento de proyectos mineros? ¿En el incremento de las tasas de desempleo a nivel nacional? ¿En la mayor fuga de capitales (15 mil millones de agosto a la fecha, según ha informado Enrique Castellano, docente de la Universidad del Pacífico) de los últimos 20 años?
En otras palabras, no hay mayor confianza de los empresarios dispuestos a, lo hay es desesperación por intentar ganar algo antes del cierre bursátil del día. ¡Entiende, Castillo, no son cifras que muestren el crecimiento de del Perú gracias a tu gobierno, ¡es el rebote estadístico!
¿LECCIONES SOBRE REBOTE ESTADÍSTICO PARA EL PROFESOR?
El Perú, entre 2002 y el 2013, se distinguió como uno de los países de mayor dinamismo en América Latina, con una tasa de crecimiento promedio del PBI de 6.1% anual. Actualmente, venimos experimentado una recuperación en indicadores económicas que muchos especialistas califican como "rebote estadístico". Lo cual es más una ilusión que una realidad porque El rebote estadístico es un fenómeno ambiguo, debido a que el aumento de la actividad económica aparece cuando el patrón de comparación es muy bajo.
En palabras sencillas, nuestro país aún no se encuentra totalmente recuperado. Alcanzar una reactivación económica plena será posible, solamente, empleando políticas macroeconómicas prudentes. Políticas que, dicho sea de paso, son inimaginables en un (des)gobierno como este.
De tal manera que todos los peruanos estamos advertidos de no entusiasmarnos mucho al saber que existen sectores económicos que van registrando una revitalización durante las primeras semanas de 2002. Todos los peruanos lo sabemos. Bueno… todos, excepto Castillo.