PUNTO DE ENCUENTRO entrevistó al Doctor Carlos Adrianzén. El economista graduado de la Pontificia Universidad Católica del Perú y con estudios de postgrado realizados en la Universidad de Boston, con un MBA obtenido en Quebec au Montreal y el postgrado en Gerencia Macroeconómica de Reformas en el Harvard Institute for International Development. Actualmente Senior Fellow de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard y con Doctorado obtenido en la Universidad Politécnica de Cataluña. Asimismo, docente universitario y que ocupa el cargo de decano y director de la carrera de Economía y Negocios Internacionales en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
POR: Michel Angelo Barrón Del Solar.
PUNTO DE ENCUENTO: ¿Nos podría dar un análisis económico del país?
CARLOS ADRIANZEN: Mire, el panorama económico del país en este momento es el de un país que ha ingreso de manera muy rápida a un cuadro recesivo de escala inusual, inusualmente alta. Cuando hablamos de recesiones, hablamos de caídas del Producto: un 2% o 3%, una recesión muy pronunciada: 5%. Pero estamos hablando de caída, de este año, que fluctúa entre 15% y 20%, sino más de 20% en términos per cápita. Para graficar la idea, el primer chispazo de esta recesión se asocia a una caída del PBI, el primer trimestre de la recesión, del 30%. Lo sugestivo de este panorama es que es una recesión inusual.
PUNTO DE ENCUENTRO: ¿Cómo inusual?
CARLOS ADRIANZEN: Las recesiones pueden ser precipitadas por un evento inesperado, digamos un fenómeno del niño, un shock externo, una crisis como la del Lehman Brothers. Pero en este caso es un shock burocrático. Lo que hunde la economía son decisiones del gobierno de prohibir producir, de prohibir consumir, de introducir protocolos para poder funcionar; que han tenido un efecto sobre una economía de alta tasa de informalidad- enormemente destructivo. El problema de este panorama es que, tan fuerte caída del PBI deprime la inversión, no por varios trimestres, sino por varios años y con eso hunde el PBI potencial y aumenta, de manera significativa, la informalidad. Es una recesión inusual, no es fácil revertirla con política monetaria o fiscal convencional, porque el Estado sigue frenando la economía. O la burocracia. Es un shock burocrático.
Es inusual en los libros de historia económica mundial tal nivel de torpeza en la política económica. Es rara. Seguramente va a ser estudiada.
PUNTO DE ENCUENTRO: Hace poco entró un nuevo gabinete ministerial, el de Pedro Cateriano, y algunos piensan en un giro pro-empresa y creen que cuando menos estabilizará la economía. Sin embargo, su pasado echa algunas sombras sobre estas especulaciones.
CARLOS ADRIANZEN: Hay un poco de cinismo en esa visión. Porque lo que ha generado, primero la pérdida del dinamismo peruano y luego la propia recesión de la que estamos hablando es o son las ideas de izquierda. Desde Humala en adelante, la economía bajó de, crecer a ritmo de 7% u 8% anual a ritmo que se acercaban al 1%,, el año pasado, y que de pronto se precipitan en -20%.
Pero el colmo del cinismo de esta gente quiere hoy día atacar a las empresas o quiere darle virtudes al Sr. Cateriano que no tiene. Cateriano seguramente no sabe lo que es oferta y demanda, tampoco sabe lo que es PBI. Si usted le pregunta, seguramente no le va a responder con precisión.
Entonces, créame que él no está muy concentrado en lo que es generar una gran reactivación. Porque eso, en este momento, es dificilísimo.
Con una idea de la escala que le acabo de decir, el mejor economista del mundo podría dar los resultados en el 2021 o el 2022. Así que, achacar al pobre Cateriano, que ahora va a beneficiar a las empresas, es sólo algo entendible en la cabeza de un marxista.
PUNTO DE ENCUENTRO: Usted mencionó, hace poco, un análisis en sus redes sociales sobre las 4 megarecesiones del Perú. De manera general ¿Cuáles son estas 4 megarecesiones y cómo han sido estas?
CARLOS ADRIANZEN: (sin enfocarlas) Usted no podría entender la historia económica del Perú el último Siglo, que es muy desafortunada. Porque en ese lapso, el Perú pierde 10 puntos del producto norteamericano por persona en términos de desarrollo económico relativo. Lo pierde, fundamentalmente, por 4 megarecesiones. La primera tiene que ver con el primer chispazo hacia la izquierda: Sánchez Cerro, su cambio constitucional, la creación de un monopolio estatal. Le baja el moño a la economía peruana. Y, de pronto, una economía que, si hubiera crecido linealmente, de acuerdo con sus índices previos a la gran depresión norteamericana, tenía la tendencia de ser, por ejemplo, lo que hoy es Portugal. De pronto pierde esa brújula, y crece a un ritmo mucho menor, producto de un solo vector: más gasto de gobierno, más izquierda, más intervención estatal.
La siguiente megarecesión se da después del corrupto velascato. Que es una de las más profundas aplicaciones de las ideas de la izquierda mercantilista, con buenos precios, se duermen unos meses. De pronto, con Belaunde que llega al poder con una Constitución definidamente espuria y velaquista, se enfrenta, primero, a la crisis de la deuda y luego a un fenómeno climatológico de esos pronunciados. Y todo lo que hace con el marco institucional velasquista y la receta de izquierda es hacer que el manejo de la economía haya tenido un efecto mucho peor que el fenómeno del Niño. Esa es la segunda megarecesión que la llamo “la del niño belaundista”. Porque el gobierno la reventó, igual que en la gran depresión, Sánchez Cerro la reventó más que la propia gran depresión estadounidense. Aquí con el Niño pasa lo mismo.
La tercera tiene que ver con mis amiguitos de izquierda. Se buscan al mejor candidato que pudieron conseguir, que era el joven Alan. Que presta al APRA como vientre de alquiler. Yo sé que no le va a gustar a mucha gente que diga eso. Pero los apristas ni tenían cuadros, ni hicieron otra cosa que seguir lo que decían los chicos de izquierda mercantilista. Y al poco tiempo, ni bien la crisis se desata, la izquierda unida en la época desaparece, todos se lavan las manos del crimen económico que habían hecho, pero generan 3 a 4 años de recesión. ¿Por qué digo 4? Porque la recuperación del 90’ es dudable, estadísticamente. Los que vivimos en esos tiempos sabemos que, el 90’ también cayó el Producto. Pero hubo una magia estadística, una tremenda recesión ochentera.
Lo que vivimos hoy con Vizcarra, que tenía un gabinete de izquierda, progresista; es, posiblemente, una recesión que tal vez alcance a la de izquierda unida. A la del 88’ o 90’, 87’ o 90’.
Entonces, tenemos 4 momentos en los cuales el Perú se hunde y en el que el mundo sigue caminando, hacen que el crecimiento del producto por habitante peruano sea muy cercano a 0% o 1% en 100 años. Y el Perú pierda 10 puntos de desarrollo.
En esa línea se debe entender el panorama económico actual. Todas las megarecesiones tienen un elemento común: un mismo vector ideológico, más gobierno, ergo más corrupción, más gobierno, ergo más prostitución institucional. Más impuestos, más regulaciones. Justamente la forma en que nos daña Vizcarra es así. Hoy día mucha gente no puede producir, mucha gente tiene que escapar a la informalidad.
Y lo curioso es que la ortodoxia limeña es cándida con esto. Buscan explicaciones metafísicas como que era inevitable la recesión. La recesión ha sido producto de la ineptitud del gabinete izquierdista de Zeballos y no veo ninguna razón por la cual Cateriano haya hecho ningún cambio de timón. Pero, curiosamente, la izquierda se lava las manos después de que metieron la pata igual como hicieron en el gobierno aprista. ¡Y los apristas se quedan calladitos ah!
PUNTO DE ENCUENTRO: Ha habido intentos de formalización en el país.
CARLOS ADRIANZEN: Usted cree, pero yo no. Mire, la informalidad es el escape. La gente más educada y emprendedora del país, cuando podía hacerlo, se fue al exterior. Entonces el Perú tuvo una gran pérdida del capital humano. Pero el resto de los peruanos que no podían irse, se escaparon al mundo informal y se escapaban de las regulaciones abultadas, de los impuestos abultados, de la corrupción del gobierno, de la falta de infraestructura. Y eso es lo que generó, antes del Coronavirus, una economía cuyos dos tercios eran informales: cumplían las leyes de cuando en cuando. Porque las leyes eran “irracionales”, si no hubiese esa palabra, estúpidas. Lo que ha propiciado la introducción de regulaciones, aún más tontas, como la falsa lucha contra el Covid-19 ha sido que la informalidad no tenga cifra. Y puede estar cercando al 80% o 90% de la economía.
Entonces usted me dice ¿qué han hecho por reducir? Fuera de la retórica, mire usted los hechos. Y los índices de informalidad, todos en el Perú, han crecido. El único índice de informalidad que ha bajado es el índice de informalidad laboral. Gracias a las AFPs, a la reforma previsional. Pero ya se tumbaron o están por tumbar el sistema AFP.
Esa es la izquierda, tira la piedra y esconde la mano; y el resto de los peruanos dejamos que ellos escriban tanto la discusión económica y política como la historia económica del país. Y eso tiene que cambiar si algún día fuésemos a tener futuro como país.
PUNTO DE ENCUENTRO: Entonces, ¿qué estrategia aconsejaría usted para reducir la informalidad?
CARLOS ADRIANZEN: Baje usted los castigos a la formalidad. Tenga más racionalidad. Es decir, menos impuestos y menores tasas de impuestos, regulaciones más inteligentes. Un buen ejemplo es la lucha contra el Covid, si usted quiere acabar con el Covid o bajarlo a niveles aceptables, reasigne gastos desde presupuestos estatistas elefantiásicos como la refinería de Talara o el gaseoducto, fuentes monumentales de corrupción, hacia la atención de médicos, de policías que hoy día combaten contra el Covid. También la oferta de medicamentos. Y si la burocracia no da la talla, se privatiza la proveeduría de servicio de salud, el gasto se reasigna y ¿qué hace usted con la actividad productiva? Le desmonta trabas para que se comience a recuperar. Por supuesto que, primero, las empresas más grandes y formales, luego las medianas, menos grandes y formales, finalmente las pequeñas que asumen los grandes, y luego viene la informalidad. No hay forma de obviar la informalidad, de esa manera usted acaba con las infecciones y con el virus. Pero el gobierno de Vizcarra ha sido, también, un fracaso enfrentando estas dos curvas: la epidémica y la recesiva.
PUNTO DE ENCUENTRO: ¿Dónde que el Perú pueda encontrar fuerza para reactivarse en el corto plazo?
CARLOS ADRIANZEN: En el peruano de a pie, por supuesto. Lo bueno que tiene el Perú es su pueblo, el cuento de que somos un país rico porque tenemos recursos naturales es un cuento ridículo. Cualquier país de la región tiene más recursos naturales que el Perú. Perú no es rico por recursos naturales, de hecho, no es rico. Pero podría ser rico si le da oportunidad a su gente.
Mire, en el himno nacional ¿qué canta usted en la primera estrofa? ¿somos libres, cierto? No sirve si no hay libertad económica, ni libertad política y respeto a la propiedad privada. Que son los que traen progreso en cualquier país en el planeta. En el Perú, en los últimos años, se han venido deprimiendo y, como cándidos, seguimos cantando somos libres estando cerca el bicentenario cuando somos, cada día, menos libres.
PUNTO DE ENCUENTRO: Cambiando de tema, respecto del plan económico de Vizcarra…
CARLOS ADRIANZEN: Perdón, ¿qué plan ha hecho Vizcarra? ¿Decir que nos vamos a infectar todos?
PUNTO DE ENCUENTRO: ¿El plan de los bonos?
CARLOS ADRIANZEN: No. Mire, yo no quiero dejar de gastar en gaseoducto, ni el talara ni en los 18 ministerios; así que endeudo a todos los peruanos con una deuda carísima con un costo implícito del 6%. Eso no es un plan, eso es simplemente la repetición de Humala, con todos los defectos de Humala y PPK (Pedro Pablo Kuczynski). La corrupción, la inflación de lo estatal. No es un plan, eso no funciona.
Un plan le permite salir de un sitio, le permite comprarse una casa, pero no es una cosa desastrosa y caótica.
Perdóneme, pero me resisto a creer que este gobierno tiene otra brújula que la misma de Sánchez Cerro, de Belaunde Velasquista, del gobierno de izquierda unida con el APRA y ahora creen que podemos enfrentar la pandemia de la mano con la burocracia. Y nuestra burocracia es destacadísima en términos de ineficiencia y corrupción.
PUNTO DE ENCUENTRO: Claro, es definitivamente estamos de acuerdo.
CARLOS ADRIANZEN: Yo no sé cómo los exministros repiten que son exministros. Hace poco escuchaba a un ex primer ministro decir que el Perú requería hombres con experiencia: lo último que requiere el Ministerio de Economía es gente con experiencia. Porque los expertos la han reventado… con contadísimos buenos ministros, habrá dos o tres vivos, el resto reventaron el país y eso es lo que aspira cualquier ministro. O sea, este gabinete tiene como aspiración mayor decir “hicimos que las cosas no sean tan malas”. ¡Por Dios! Tienen un año, tienen poder más fuerte que gabinete de primer año, porque ya el presidente no es nada, el congreso no es nada.
Deberían estar haciendo otra cosa en el país, pero son gente agradecida.
PUNTO DE ENCUENTRO: El Perú es un país burocrático y esto aleja a los inversionistas privados, como usted lo mencionó.
CARLOS ADRIANZEN: Disculpe, mire, los países ricos tienen burocracias decentes y capaces, la nuestra tiene burócratas decentes y capaces. Pero son la minoría. Entonces, nuestro problema no es la burocracia, es la pobreza.
PUNTO DE ENCUENTRO: ¿Por qué?
CARLOS ADRIANZEN: El país se ha hundido porque cada vez se invierte menos en el país y cada vez se comercia menos hacia el exterior. Esos fueron los motores que permitieron sacar de la pobreza a 9 millones de peruanos. Esos motores tienen más de un quinquenio parados y, sobre eso, nos toca Vizcarra.
PUNTO DE ENCUENTRO: Entonces, lo que usted menciona ahorita serían, también, otros aspectos muy apartes de la burocracia que traban…
CARLOS ADRIANZEN: Errores elementales de política económica. Y, por supuesto, tenemos una burocracia abultada; la que hay que potenciar, haciéndola más ligera y más enfocada. Lo que dice el viejo refrán: “el que mucho abarca, poco aprieta”.
Queremos buena educación, no se la demos al gobierno; queremos buena salud, no se la demos al gobierno; queremos combatir la pandemia, fíjese lo que ha hecho el gobierno; queremos buena justicia, fíjese en la justicia que tenemos. Hasta me atrevería a decir, queremos buena policía y esta es la policía que tenemos.
Tenemos que enfocarnos en pocas cosas y hacerlo bien. Y el resto dejárselo a los peruanos para que puedan cantar el himno nacional, con razón, “somos libres y –ojalá- lo seamos siempre”. Porque, si nos volvemos más libres, sepa usted, nos vamos a desarrollar y vamos a acabar con la pobreza.
PUNTO DE ENCUENTRO: Muchas regiones del país basan sus ingresos en el turismo, como es por ejemplo Cusco. ¿Cómo deslumbra, usted, las posibilidades de ese sector en el mediano plazo?
CARLOS ADRIANZEN: El turismo en el Perú está proscrito. El presidente decía que ir a un restaurante es una fuente de contagio. Por amor de Dios. Cusco está en caída libre y, además, hay que reconocer que el grueso del excedente del turismo del Cusco, no se queda en el Cusco. Lo hacen redes turísticas internacionales, justamente, por la cantidad de regulaciones que hay en el Perú.
Entendamos una cosa, el Perú tiene, a groso modo, dos partes: lo que llamaría yo, los peruanos de ingreso medio con niveles de vida propio de argentinos, 20% del PBI norteamericano o 18% del PBI. Y los peruanos bolivianos que, en promedio, tienen 6% del PBI americano. Entre Perú y otro, entre el 18% y el 6%, hay 12%. O sea, gran diferencia a nivel de Lima. El Perú es un grupo de peruanos argentinos, Lima y la costa sur, y el resto tienen índices de bolivianos y Cusco es parte de los bolivianos.
¿Porqué? Porque en el Perú se castiga la libertad de los peruanos. Y ¿por qué hay regiones que florecen más que las otras? La explicación es elemental. Tienen, en la práctica, mejores reglas, mayor acumulación de recursos, adoptan más tecnologías de última generación y, sobre todo, políticamente votan mejor. En Arequipa, por ejemplo, que está en la costa sur, están en camino de declive eligiendo a gente como Cáceres Llica, un borrachín.
Tengan cuidado. La foto del Perú, cuando discutimos cinco minutos sobre el déficit fiscal de este año y la inflación de este mes, es como si usted se acerca a dos centímetros de una chica y comienza a hablar de su pelo cuando lo tiene pegadito al ojo. No ve la figura completa. La figura completa se ve cuando se analizan las tendencias de la economía. Y el Perú, hoy, no tiene ningún motivo para esperar un futuro mejor, ninguno. A menos que hubiera un milagro, lo puede haber, sí claro, los milagros pasan. Pero no estamos sembrando para cosechar.
PUNTO DE ENCUENTRO: Yéndonos un poco al análisis internacional. ¿Usted ve en los próximos años a China aventajando a Estados Unidos en el liderazgo comercial mundial?
CARLOS ADRIANZEN: Yo veo el colapso chino. China es una buena lección de la importancia de la libertad política en materia económica.
La gran diferencia entre China y Estados Unidos claro que se da en la libertad económica, pero respecto a la propiedad privada, China tiene más alta que Perú esos índices. Pero la libertad política china no existe, es un régimen totalitario. Y eso hace que el Producto por habitante chino sea poco más o menos la décima parte o el 15% de un gringo. Los gringos son muchísimo más ricos. Y en medio de la guerra comercial va a ver usted quién va a perdonar. Ya se escriben libros sobre el inminente colapso de China.
Acá seguimos repitiendo, como siempre, lo que se escribía hace 10 años. Esta guerra comercial y este virus chino le ha hecho un enorme daño a la economía china. El Perú, por ejemplo, debería alguna vez ponerse los pantalones y preguntarse “¿cuántos muertos tengo? ¿cuánto me ha costado el crecimiento? ¿de dónde salió el virus?” y pido una indemnización. Los chinos tienen inversiones en el Perú, tenemos deuda con China y ellos tienen una deuda con nosotros. Pero somos tan cándidos, no defendemos a nuestro pueblo.
China tiene una responsabilidad moral con todo el planeta, no encapsuló la pandemia. Yo tengo el mayor afecto por mis hermanos chinos, pero nos han hecho daño y nos tienen que pagar.
PUNTO DE ENCUENTRO: Si hablamos del colapso en China ¿Qué otras potencias emergentes podrían estar a la vista en este periodo de tiempo?
CARLOS ADRIANZEN: Yo digo que no veo a China tomando el predominio mundial, en primer lugar. Yo veo una fuerte reducción de ritmo de crecimiento de la economía china, sobre todo si Trump es reelegido.
Ahora, bien, ¿qué otros bloques económicos están? Definitivamente América Latina bórrelo. América Latina y el África son regiones de perdedores. ¿Se recuperará Europa? Tiene varias décadas perdiendo participación relativa en el PBI mundial. ¿Se recuperará Estados Unidos o caerá?
Todos son interrogantes, de hecho, nadie pensó que en algún día de marzo iba a dispararse una pandemia o iba a hacerse pública la pandemia y toda la economía mundial se iba a frenar. ¿Cuánto durará esta pandemia? ¿si el virus mutará? ¿si las vacunas serán efectivas? Estamos conversando en medio de un entorno de altísima incertidumbre y yo respetuosamente pago por ver.
No tengo la obligación de decirle cosas en las que no creo, yo en este momento veo muchísima incertidumbre.
Pero ya le perdí la fe a China. China no va a alcanzar niveles de desarrollo similares a los europeos o los americanos mientras no implemente libertad política respecto a derechos civiles y a libertad de políticas. China es una dictadura y las dictaduras, contrariamente a lo que mucha gente cree, crecen hasta un cierto punto.
PUNTO DE ENCUENTRO: ¿Y la India no lo ve como una posibilidad?
CARLOS ADRIANZEN: No. La India tiene ingresos muy bajos todavía.
Es como tomar una aspirina. Si usted tiene un dolor de cabeza y huele una aspirina, no se le va a ir el dolor de cabeza. Para que se le vaya el dolor de cabeza, usted tiene que tomarse la aspirina enterita y esperar una hora para que se le vaya el dolor.
Acá, primero, hay que hacer las reformas completas, no parciales, como Perú, y no abandonarlas, como Perú. Porque oler la aspirina nunca te quita el dolor de cabeza, tienes que tragártela enterita, repito. Y además esperar a que dé frutos.
Leía hace poco en las redes un fragmento de Vargas Prada que tenía toda la indignación que tenemos los peruanos respecto a cómo estamos, pero su visión era completamente errada. Era más historia de Vargas Prada, culpaba al capitalismo. Un concepto difuso. Hablemos de lo concreto, síntesis de libertad medibles, de libertad política, de libertad económica y de respeto a la propiedad privada. Y qué puede dividir el mundo entre pobres y ricos en función a los valores de estos índices. Todos los países con bajos índices de libertad política, libertad económica y de respeto a la propiedad; marxistas, son pobres. Todos.
El marxismo, declarado o escondido como si fuera una vergüenza, es tóxico económicamente.
PUNTO DE ENCUENTRO: Usted habló, por ejemplo, de que Europa puede levantar su economía.
CARLOS ADRIANZEN: Yo diría que yo deseo que Europa levante su economía, pero usted me plantea la interrogante. Podría ser Europa, podría ser Oceanía. En las regiones en donde no veo ningún motivo para tener una esperanza en las próximas dos décadas es Latinoamérica y el África.
PUNTO DE ENCUENTRO: Entonces ¿Qué estrategias pueden aplicar algunos países para que sus economías crezcan pasado el Covid-19?
CARLOS ADRIANZEN: Es que no hay que estudiar un doctorado en economía. Mi hija que es una espléndida estudiante de educación sabe que los países que tienen alta libertad económica, política y que respetan a quienes invierten en ese país y mantienen las reglas, todos ellos tienden a volverse ricos.
Japón nunca tuvo recursos naturales, ni lo ayudaron tanto como se escribe. Fue lo que al Perú le sobra, empuje de su gente y mucha libertad. Los peruanos no creemos en esa lección, la izquierda se ha asegurado que creamos que los chanchos vuelan.