El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió ayer que el riesgo de que después de todo se produzca un Brexit sin acuerdo el 1 de noviembre es «palpable» y para evitarlo se necesitan «propuestas operativas por escrito» del Gobierno del Reino Unido. Juncker hizo esta advertencia en un debate en el pleno del Parlamento Europeo en el que se aprobó una resolución que deja abierta la opción de una nueva prórroga y hace constar que si se produce ese divorcio traumático «sería enteramente responsabilidad del Gobierno británico».
Hablando en una sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Juncker llegó a ironizar con el hecho de que Johnson ha suspendido la actividad del Parlamento británico en contraste con la Eurocámara, que trabaja a pleno ritmo. También dijo que durante su primera reunión cara a cara con Boris Johnson el lunes en Luxemburgo, le había dicho que la UE está dispuesta a negociar alternativas al llamado «backstop» o salvaguarda irlandesa para evitar que se vuelva a levantar una frontera en la isla de Irlanda. «Le dije al primer ministro Johnson que no tenía ningún apego emocional al ‘backstop’, pero también que mantengo los objetivos para los que está diseñado». La Comisión Europea reiteró ayer que está disponible para estudiar cualquier propuesta británica «24 horas al día y 7 días a la semana» pero que todavía no ha recibido ninguna indicación desde Londres para ello.
La prensa británica ha relatado que durante esa entrevista, un almuerzo de trabajo, se produjo una situación muy reveladora, cuando fue evidente que Boris Johnson no tenía ni idea de la complejidad de llevar a cabo el plan alternativo que quería poner sobre la mesa para la frontera irlandesa y se lo hizo notar a su equipo negociador. Según fuentes europeas, Johnson volvió a Londres -después del incidente de ausentarse de la rueda de prensa- con una idea más realista de la situación.
Johnson ya ha dicho que prefiere verse «muerto en una cuneta» antes de tener que pedir una nueva prórroga para retrasar la salida de la UE, pero por si finalmente cambiase de opinión, en la resolución aprobada ayer el Parlamento Europeo sostiene que «apoyaría una extensión a la negociación si hay razones y un objetivo para tal extensión y si el funcionamiento de las instituciones europeas no se ve afectado negativamente». La definición concreta de los motivos suficientes sería «evitar el no acuerdo, celebrar elecciones o un referéndum, revocar el artículo 50 o aprobar el acuerdo de retirada».
La resolución fue aprobada por una amplísima mayoría de 544 votos a favor, 126 en contra y 38 abstenciones y en ella se respalda plenamente la posición de la Comisión en las negociaciones y se mantiene abierto a estudiar cualquier nueva propuesta británica «siempre que cumpla con los principios negociadores europeos», lo que incluye la protección del mercado único y evite una frontera terrestre en Irlanda.