“El 15 de noviembre de 1959, concluía en Bad Godesberg, distrito residencial de Bonn, el primer congreso extraordinario, y noveno ordinario, que celebraba la socialdemocracia alemana (SPD), desde el final de la guerra. La renuncia al marxismo como ideario político y la aceptación de la economía de mercado como realidad existente convertirían al SPD en partido «apto para los salones», a partir de Godesberg”(1)
“El máximo dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, defenderá ante el pleno del comité central del partido comunista, que se inicia mañana en Moscú, un programa socialdemócrata que difumina la tradición marxista del PCUS. El histórico documento, publicado ayer por el periódico Nezavisimaia Gazeta, implica la aceptación de que el marxismo, al que prácticamente se renuncia, es "una de las fuentes de la teoría socialista moderna", pero no la única, y supone la renuncia a la lucha de clases, la defensa de la economía mixta y la aceptación de todas las formas de propiedad, incluida la privada y la cooperativa.”(2)
El Partido Socialdemócrata Alemán, desde su origen,fue marxista, pero en 1959 dio el gran salto de renunciar al marxismo y aceptar la economía de mercado. En España, el PSOE lo hizo 20 años después, en 1979.
Mientras que el PAP remola en decidir, hoy en día, el líder de Podemos en España, Pablo Iglesias, propone construir una "cuarta socialdemocracia" mientras una parte de sus socios en la coalición ha lanzado la campaña reivindicativa "Somos Comunistas".Con ese panorama, el PSOE, que se considera depositario de la tradición socialdemócrata y ve peligrar su liderazgo en la izquierda, ha tachado de "broma de mal gusto" que Podemos se presente como socialdemócrata. Iglesias, que militó en las Juventudes Comunistas ha afirmado en un par de ocasiones que Karl Marx y Friedrich Engels, redactores del 'Manifiesto Comunista', fueron, en su día, socialdemócratas. (3)
La tarea política peruana de apartamiento de la Izquierda, que mediante estos escritos propugnamos, no es fácil. No lo fue para España, por ejemplo. 1979 fue un año muy convulso para el PSOE. Durante ese año, el Partido celebró dos Congresos. En el XXVIII Congreso, en mayo, fue rechazada la propuesta del Secretario Felipe González, quien abogó por abandonar las tesis marxistas. González no aceptó el cargo de Secretario General, por lo que la dirección del Partido tuvo que ser asumida por una Comisión Gestora. En septiembre se celebró un Congreso Extraordinario en el que se abandonó definitivamente los postulados marxistas y se aceptó el socialismo democrático como ideología oficial y Felipe González volvió a ser elegido Secretario General.(4)Podemos decir que hace treinta años, el PSOE retiró el marxismo de sus señas de identidad y nació un líder decisivo en la consolidación de la Democracia recién parida. Felipe González se convirtió en el presidente del Gobierno que personalizó un proceso de modernización en España luego del régimen franquista.
Como lo venimos sosteniendo, nuestra tesis es que el APRA debe apartarse de toda Izquierda y modificar parcialmente su Estatuto Social (Art. 1°).
Otro sustento para esta ponencia la encontramos en “El Hombre Rebelde”de Albert Camus(5). Luce una ambiciosa exploración del mundo moderno, desde la revolución francesa a la revolución rusa, pasando por el marqués de Sade, Marx, el anarquismo, Nietzsche, los nihilistas, el terrorismo y el surrealismo. Albert Camus parece un discípulo de Haya de la Torre. Establece claramente que los movimientos revolucionarios de Alemania, Italia y Francia marcaron el punto culminante de la esperanza revolucionaria, pero, el aplastamiento de aquellas revoluciones y el fortalecimiento consecutivo de los regímenes capitalistas, hicieron de la guerra la realidad de la revolución.La “Ciudad Universal”, que debía realizarse en la insurrección espontanea de los humillados, fue cubierta poco a poco por el imperio.La revolución, sentenció Camus, se encontró en un callejón sin salida. Si no renunciaba a sus principios falsos para regresar a las fuentes de la revuelta, solo significaba el mantenimiento, por varias generaciones y hasta la descomposición espontanea del capitalismo, de una dictadura total sobre cientos de millones de hombres.La coherencia profunda que Marx, hombre de cultura, había mantenido entre las civilizaciones, podría sobrepasar su tesis y poner en vigor una continuidad natural, más vasta que la económica. Poco a poco el comunismo ruso se vioobligado a quemar las naves y a introducir una solución de continuidad en el futuro.Lenin no olvidó que la comuna había fracasado.Lenin afirmó, en efecto, que el poder era necesario para reprimir la resistencia de los explotadores y también para dirigir ala gran masa de la población en la ordenación de la economía socialista. El cambio de dirección es aquí indiscutible: el estado provisional de Marx y Engelsse vio cargado con una nueva misión que podía darle larga vida. La historia de las luchas internas del partido, desde Lenin hasta Stalin, se resumirá en la lucha entre la democracia obrera y la dictadura militar y burocrática, la justicia, en definitiva y la eficacia.En una conferencia en la Universidad Sverdlow, bajo la presión de los acontecimientos externos y de las realidades internas de la época, Lenin dejó prever el mantenimiento indefinido del súper-estado Proletario. Por eso la época que osa calificarse como la más revoltosa solo es la época del conformismo. La verdadera pasión del siglo xx es la servidumbre.Pero como Haya de la Torre también lo sostenía, la libertad total no es más fácil de conquistar que la libertad individual. Para consolidar el imperio del hombre sobre el mundo, hay que separar del mundo todo cuanto escapa al imperio, todo cuanto no pertenece al reinado de la cantidad: esta empresa es infinita, dice Camus. Debe extenderse al espacio, al tiempo y a las personas que forman las tres dimensiones de la historia. El imperio es guerra, oscurantismoy tiranía, afirmando desesperadamente que será fraternidad, verdad y libertad: la lógica de sus postulados le obliga a ello. Hay sin duda en la Rusia de hoy en día, y hasta en su comunismo, una verdad que niega la ideología estalinista. Pero esta tiene su lógica que hay que aislar y poner al frente si se quiere que el espíritu revolucionario escape por fin a la caída definitiva. Cien años más tarde, la ciencia ha encontrado la relatividad, la incertidumbre y el azar; la economía ha de tener en cuenta la electricidad, la siderurgia, la producción atómica, el internet, las células madre y el ADN. El fracaso del marxismo puro para integrar tales descubrimientos es también la del optimismo burgués de su tiempo. Hace irrisoria la pretensión de los marxistas de mantener inmovilizadas, sin que dejen de ser científicas, unas verdades viejas de cien años. El mesianismo del siglo XIX, ya fuera revolucionario o burgués, no resistió a los desarrollos sucesivos de esta ciencia y de la historia que en diferentes grados había divinizado. Por ello persistir en una línea doctrinaria de izquierda “democrática” es un anclaje histórico que no permite al APRA avanzar y acercarse nuevamente a su pueblo.
François Novaro
Abogado y Analista Político
(1) https://elpais.com/diario/1979/11/27/internacional/312505213_850215.html
(2) PILAR BONET, Moscú 24 JUL1991
https://elpais.com/diario/1991/07/24/internacional/680306419_850215.html
(4) https://es.wikipedia.org/wiki/XXVIII_Congreso_del_PSOE
(5) El Hombre Rebelde. Albert Camus. Editorial: Alianza Editorial, S. A., Madrid, España, 1983
“El 15 de noviembre de 1959, concluía en Bad Godesberg, distrito residencial de Bonn, el primer congreso extraordinario, y noveno ordinario, que celebraba la socialdemocracia alemana (SPD), desde el final de la guerra. La renuncia al marxismo como ideario político y la aceptación de la economía de mercado como realidad existente convertirían al SPD en partido «apto para los salones», a partir de Godesberg”(1)
“El máximo dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, defenderá ante el pleno del comité central del partido comunista, que se inicia mañana en Moscú, un programa socialdemócrata que difumina la tradición marxista del PCUS. El histórico documento, publicado ayer por el periódico Nezavisimaia Gazeta, implica la aceptación de que el marxismo, al que prácticamente se renuncia, es "una de las fuentes de la teoría socialista moderna", pero no la única, y supone la renuncia a la lucha de clases, la defensa de la economía mixta y la aceptación de todas las formas de propiedad, incluida la privada y la cooperativa.”(2)
El Partido Socialdemócrata Alemán, desde su origen,fue marxista, pero en 1959 dio el gran salto de renunciar al marxismo y aceptar la economía de mercado. En España, el PSOE lo hizo 20 años después, en 1979.
Mientras que el PAP remola en decidir, hoy en día, el líder de Podemos en España, Pablo Iglesias, propone construir una "cuarta socialdemocracia" mientras una parte de sus socios en la coalición ha lanzado la campaña reivindicativa "Somos Comunistas".Con ese panorama, el PSOE, que se considera depositario de la tradición socialdemócrata y ve peligrar su liderazgo en la izquierda, ha tachado de "broma de mal gusto" que Podemos se presente como socialdemócrata. Iglesias, que militó en las Juventudes Comunistas ha afirmado en un par de ocasiones que Karl Marx y Friedrich Engels, redactores del 'Manifiesto Comunista', fueron, en su día, socialdemócratas. (3)
La tarea política peruana de apartamiento de la Izquierda, que mediante estos escritos propugnamos, no es fácil. No lo fue para España, por ejemplo. 1979 fue un año muy convulso para el PSOE. Durante ese año, el Partido celebró dos Congresos. En el XXVIII Congreso, en mayo, fue rechazada la propuesta del Secretario Felipe González, quien abogó por abandonar las tesis marxistas. González no aceptó el cargo de Secretario General, por lo que la dirección del Partido tuvo que ser asumida por una Comisión Gestora. En septiembre se celebró un Congreso Extraordinario en el que se abandonó definitivamente los postulados marxistas y se aceptó el socialismo democrático como ideología oficial y Felipe González volvió a ser elegido Secretario General.(4)Podemos decir que hace treinta años, el PSOE retiró el marxismo de sus señas de identidad y nació un líder decisivo en la consolidación de la Democracia recién parida. Felipe González se convirtió en el presidente del Gobierno que personalizó un proceso de modernización en España luego del régimen franquista.
Como lo venimos sosteniendo, nuestra tesis es que el APRA debe apartarse de toda Izquierda y modificar parcialmente su Estatuto Social (Art. 1°).
Otro sustento para esta ponencia la encontramos en “El Hombre Rebelde”de Albert Camus(5). Luce una ambiciosa exploración del mundo moderno, desde la revolución francesa a la revolución rusa, pasando por el marqués de Sade, Marx, el anarquismo, Nietzsche, los nihilistas, el terrorismo y el surrealismo. Albert Camus parece un discípulo de Haya de la Torre. Establece claramente que los movimientos revolucionarios de Alemania, Italia y Francia marcaron el punto culminante de la esperanza revolucionaria, pero, el aplastamiento de aquellas revoluciones y el fortalecimiento consecutivo de los regímenes capitalistas, hicieron de la guerra la realidad de la revolución.La “Ciudad Universal”, que debía realizarse en la insurrección espontanea de los humillados, fue cubierta poco a poco por el imperio.La revolución, sentenció Camus, se encontró en un callejón sin salida. Si no renunciaba a sus principios falsos para regresar a las fuentes de la revuelta, solo significaba el mantenimiento, por varias generaciones y hasta la descomposición espontanea del capitalismo, de una dictadura total sobre cientos de millones de hombres.La coherencia profunda que Marx, hombre de cultura, había mantenido entre las civilizaciones, podría sobrepasar su tesis y poner en vigor una continuidad natural, más vasta que la económica. Poco a poco el comunismo ruso se vioobligado a quemar las naves y a introducir una solución de continuidad en el futuro.Lenin no olvidó que la comuna había fracasado.Lenin afirmó, en efecto, que el poder era necesario para reprimir la resistencia de los explotadores y también para dirigir ala gran masa de la población en la ordenación de la economía socialista. El cambio de dirección es aquí indiscutible: el estado provisional de Marx y Engelsse vio cargado con una nueva misión que podía darle larga vida. La historia de las luchas internas del partido, desde Lenin hasta Stalin, se resumirá en la lucha entre la democracia obrera y la dictadura militar y burocrática, la justicia, en definitiva y la eficacia.En una conferencia en la Universidad Sverdlow, bajo la presión de los acontecimientos externos y de las realidades internas de la época, Lenin dejó prever el mantenimiento indefinido del súper-estado Proletario. Por eso la época que osa calificarse como la más revoltosa solo es la época del conformismo. La verdadera pasión del siglo xx es la servidumbre.Pero como Haya de la Torre también lo sostenía, la libertad total no es más fácil de conquistar que la libertad individual. Para consolidar el imperio del hombre sobre el mundo, hay que separar del mundo todo cuanto escapa al imperio, todo cuanto no pertenece al reinado de la cantidad: esta empresa es infinita, dice Camus. Debe extenderse al espacio, al tiempo y a las personas que forman las tres dimensiones de la historia. El imperio es guerra, oscurantismoy tiranía, afirmando desesperadamente que será fraternidad, verdad y libertad: la lógica de sus postulados le obliga a ello. Hay sin duda en la Rusia de hoy en día, y hasta en su comunismo, una verdad que niega la ideología estalinista. Pero esta tiene su lógica que hay que aislar y poner al frente si se quiere que el espíritu revolucionario escape por fin a la caída definitiva. Cien años más tarde, la ciencia ha encontrado la relatividad, la incertidumbre y el azar; la economía ha de tener en cuenta la electricidad, la siderurgia, la producción atómica, el internet, las células madre y el ADN. El fracaso del marxismo puro para integrar tales descubrimientos es también la del optimismo burgués de su tiempo. Hace irrisoria la pretensión de los marxistas de mantener inmovilizadas, sin que dejen de ser científicas, unas verdades viejas de cien años. El mesianismo del siglo XIX, ya fuera revolucionario o burgués, no resistió a los desarrollos sucesivos de esta ciencia y de la historia que en diferentes grados había divinizado. Por ello persistir en una línea doctrinaria de izquierda “democrática” es un anclaje histórico que no permite al APRA avanzar y acercarse nuevamente a su pueblo.
François Novaro
Abogado y Analista Político
(1) https://elpais.com/diario/1979/11/27/internacional/312505213_850215.html
(2) PILAR BONET, Moscú 24 JUL1991
https://elpais.com/diario/1991/07/24/internacional/680306419_850215.html
(4) https://es.wikipedia.org/wiki/XXVIII_Congreso_del_PSOE
(5) El Hombre Rebelde. Albert Camus. Editorial: Alianza Editorial, S. A., Madrid, España, 1983