Tras alertar de que el Ejército chino estaba concentrando tropas en la frontera con Hong Kong, Trump sigue presionando al régimen de Pekín con sus tuits en forma de misiles teledirigidos. En una serie de mensajes escritos el miércoles por la noche en Twitter, el presidente de Estados Unidos vinculó la guerra comercial a una solución pacífica a las protestas democráticas de Hong Kong, que suponen el mayor desafío para China desde la devolución de la colonia británica en 1997. La respuesta de China es la lógica: que Hong Kong es un asunto interno.