La situación a bordo del velero Alex de la ONG italiana Mediterránea atracada en Lampedusa con 46 inmigrantes era insostenible y en esta noche del sábado al domingo se desbloqueó. Por iniciativa de la Guardia de Finanzas la embarcación fue abordada y se procedió al desembarco de los inmigrantes que fueron trasladados al centro de acogida de la isla para ser identificados. El capitán y la tripulación del velero, compuesta por una docena de personas, fueron denunciados por, presuntamente, favorecer la inmigración clandestina.
En la tarde de ayer se volvió a vivir un calvario en Lampedusa. El velero Alex forzó el bloqueo impuesto por Salvini y atracó en el puerto de la isla, poco después de las 17.00, con 46 inmigrantes a bordo -otra docena de personas fueron transbordados el viernes a otra nave por encontrarse en delicado estado de salud-. La ONG había anunciado su intención en Twitter, alegando un «estado de necesidad» por la «intolerable situación higiénico sanitaria a bordo, con los suministrados de agua acabados y los servicios higiénicos inservibles».
Viendo que pasaban las horas y que no se permitía el desembarco, la tripulación del Alex atacó al Gobierno italiano: «Se configura el secuestro de persona. Si esto es todavía un Estado de derecho, estas cosas se discuten en los tribunales. Deben permitir el desembarco», declaró Alessandra Sciurba de la ONG Mediterránea. La reacción del ministro Salvini no se hizo esperar: «No autorizo ningún desembarco de quien no hace caso de las leyes italianas y ayuda a los traficantes. ¿Yo denunciado por secuestro de personas? Estamos en lo ridículo», dijo Salvini.
En una larga intervención en directo en Facebook, el ministro del Interior reflejó que hay un enfrentamiento en el Gobierno sobre el problema de la inmigración. Salvini llegó a destacar su soledad en el Ejecutivo: «De vez en cuando me siento políticamente solo. Pediré al ministro de la Defensa (Elisabetta Trenta, del Movimiento 5 Estrellas) y de Economía (profesor Giovanni Tria) de ayudarme en esta batalla de civismo y de legalidad. Me gustaría que ambos -Trenta y Tria- estuvieran a mi lado, junto al pueblo italiano, de otra forma se crea un precedente muy peligroso. Preguntaré si las naves militares italianas sirven en el mar para hacer respetar las leyes y en los confines o si sirven para escoltar naves fuera de la ley».
El durísimo ataque de Salvini a la Defensa, tuvo la respuesta inmediata de la ministra Elisabetta Trenta: «Desde hace días hemos ofrecido apoyo al Ministerio del Interior, pero ha sido rechazado en más de una ocasión. Estos son los hechos. Basta ataques a los militares, exigimos respeto».
Con enorme tensión y enfrentamiento a distancia entre Alemania e Italia se ha vivido también con la nave Alan Kurdi de la ONG alemana Sea-Eye. La embarcación, con 65 inmigrantes, se encontraba cerca de Lampedusa y estaba dispuesta a forzar el bloqueo, pero Salvini impidió su desembarco, a pesar de la petición expresa que le había hecho el ministro del Interior alemán para poder atracar en la isla. La tripulación consideró que no podía alargar el drama que viven los inmigrantes y a última hora decidió dirigirse a Malta.
(Fuente www.abc.es)