El fujimorismo ha logrado comprender la desaprobación cada vez más pronunciada de la ciudadanía, según últimas encuestas y sondeos. No es exquisitez señalar que el consuetudinario estilo keikista tajante ha colmado paciencias y no atrae como antes. Por tanto, ningún interés tendrá Fuerza Popular (FP) en dejar marcas indelebles por las que luego se exija factura con cada acto o declaración brindada.
Su participación parlamentaria en los procesos de reforma política y judicial, luego de aprobada la cuestión de confianza; en las acusaciones constitucionales contra el suspendido Juez Supremo, César Hinostroza y los ex miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), así como en el análisis correspondiente del informe que recomienda la destitución del Fiscal de la Nación, Pedro Chávarri, nos dan detalle de los mencionado.
Por lo pronto, tres actores FP corroboran que es mejor mantener la ambivalencia política de diversos estilos, para no anclar acción o verbo fuertes, que signifiquen nuevos errores y acarreen mayor desaprobación.
El presidente del Congreso, Daniel Salaverry, ha indicado que se debe cumplir con los plazos de discusión y debate parlamentarios en el espíritu textual del consenso de la Junta de Portavoces, del lunes 17/09, que permitan sostener, con diligencia, las restantes aprobaciones de las propuestas realizadas por el Ejecutivo, en referencia a los márgenes temporales requeridos para llevar a cabo con éxito el Referéndum en la segunda vuelta comicial regional.
Las palabras de Salaverry configuran un ambiente de empeño mancomunado cuando, además, afirma que si la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales logra proporcionarle el informe pertinente sobre los casos de César Hinostroza y el CNM “podríamos convocar a Comisión Permanente el día jueves y el viernes podríamos asistir a un Pleno “, siempre que se tenga listo un dictamen de la Comisión de Constitución.
Aquí aparece el segundo personaje naranja: la Presidenta de la Comisión de Constitución del Congreso, Rosa Bartra. La congresista liberteña, ha ahorrado todas las palabras posibles con respecto a las fechas tentativas que hasta ahora se han calibrado en el Ejecutivo y el Legislativo sobre el Referéndum, a la vez que, en otra materia procesal correspondiente a su Comisión, Bartra no ha mostrado ordenamiento suficiente.
La materia en cuestión es el informe concluido por el congresista oficialista Juan Sheput, que recomienda la destitución del actual jefe del Ministerio Público. Según propio testimonio Sheput menciona que la presidente de la Comisiones de Constitución (Rosa Bartra) y el presidente de la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales (César Segura, fujimorista también) no han coordinado debidamente para que las sesiones de ambas instancias, durante esta semana, puedan respetar horarios separados de trabajo y de esta manera no haya superposición de temas a debatir.
Que nuestro tercer personaje naranja, el congresista keikista César Segura, arrume el debate sobre la destitución de Pedro Chávarri, infiere que para él mismo el informe destacado por Sheput no estima idéntico interés en pos de la clarividencia ciudadana con respecto a una autoridad tan controvertida por el escarceo político. La sesiones de debate sobre Chávarri iniciarán recién la próxima semana.
Creen los fujimoristas que este tráfago de ambivalencias les otorga tiempo suficiente para hallar la anhelada recuperación en la aprobación de peruanos y peruanas.
No olvidemos que las próximas semanas son claves para asistir a la consolidación o al rompimiento de esta convivencia sui generis entre Gobierno y oposición.